El doctor Max Liebermann, un estudiante de Freud, se ve envuelto en una investigación de asesinato. El inspector de la policía de Viena Oskar Rheinhardt lo llama para ayudar en la búsqueda del culpable de la muerte de una joven y bella médium. Las misteriosas circunstancias del asesinato sugieren que hay algo sobrenatural detrás de todo esto: la puerta está cerrada por dentro y la bala dentro del cadáver ha desaparecido misteriosamente.

La fiesta de compromiso de Max y Clara se ve interrumpida por la noticia de un baño de sangre en los suburbios de Viena. Max deja su propia fiesta para acudir al lugar de los hechos junto a Oskar. La propietaria de un burdel y dos de sus trabajadoras han sido mutiladas. Una cuarta víctima, Ludka, aparece con las manos juntas y agarrando un crucifijo. Las sospechas de Max llevan a la policía de Viena a arrestar al cliente habitual de Ludka, un hombre grande y mudo, Victor Krull, que se resiste violentamente.

El Dr. Max Liebermann decide llamar al inspector Oskar Rheinhardt para que lo ayude con una tragedia familiar. Su joven sobrino, Daniel, un estudiante de la academia militar de St. Florian's, sufre una crisis después de la muerte de un compañero. Max cree que hay una conexión con la muerte reciente de otro estudiante, Zelenka.

Cuando una condesa húngara es encontrada ahogada en el baño de su lujosa suite de hotel, todo parece indicar que se trata de un suicidio. Un intenso escrutinio recae sobre su psicoanalista, Max Liebermann, quien pidió a la aristócrata que dejara de tomar su medicación y comenzara sesiones de terapia siguiendo las enseñanzas del doctor Freud. El comisario Oskar Rheinhardt se une al médico caído en desgracia para resolver el enigma de la muerte de la condesa y limpiar la reputación profesional de Max.

Una niña mendiga encuentra un cadáver mutilado en un barrio marginal. La mano y la lengua del hombre han sido cortadas, su identidad es un misterio. El director Strasser advierte a Oskar que la investigación no es una preocupación de la policía de Leopoldstadt pero cuando el inspector recibe mensajes anónimos relacionados con el asesinato, no puede resistirse a profundizar más.

El cadáver del hermano Stanislav es hallado oculto en una bóveda del monasterio con signos de haber sido brutamente golpeado. A pesar de la violencia de las heridas no hay rastro de sangre. Las primeras sospechas recaen sobre un judío religioso, Isaak Korngold, que recientemente había reprendido al monje por difundir la retórica antisemita. El detective Oskar Rheinhardt se ve obligado a arrestarlo como principal sospechoso.