Roma, 1966. Matteo tiene que hacerse cargo de una adolescente psicótica, Giorgia. Cuando descubre los efectos devastadores de los electroshocks, decide llevarla de vuelta con su padre en los Abruzos. Convence a su hermano Nicola para que le acompañe; el viaje se convierte en su oportunidad para medirse con la vida por primera vez.

Giulia y Nicola participan en una procesión que, sin embargo, es cargada violentamente por la policía. Uno de los oficiales implicados en los enfrentamientos es Matteo; se produce una diferencia de opinión política, especialmente con Giulia, que lleva a los dos hermanos a abandonar...

Giulia abandona a su marido y a su hija para seguir sus ideas anarquistas. Mientras tanto, en Sicilia, Matteo conoce a Mirella, pero para no revelar su historia, le dice que se llama Nicola; sin embargo, pronto tendrá que volver a Roma y a Turín porque su padre está luchando contra el cáncer.

Nicola tiene que asumir la muerte de su hermano y su sentimiento de culpa por no haber comprendido su malestar. La historia italiana, además, tras el rastro de masacres, no parece querer perdonar a nadie, lo que lleva a los protagonistas a tomar decisiones difíciles.