Durante esta última investigación, se han encontrado partes del cuerpo en diferentes lugares de la región. Desde las primeras observaciones, Alexandra está convencida de que todas las partes pertenecen a una misma víctima. Pero el rompecabezas todavía tiene que ser resuelto para descubrir quién era y lo que la llevó a este trágico final.

Una pareja se pasea por el puente Chaban Delmas en Burdeos. Él es un neurólogo reputado, ella es ama de casa. Pero el médico no parece estar en su estado normal ese día. De repente, afirma que va a volar y salta, ante los ojos de su esposa horrorizada. ¿Demencia? ¿Suicidio? Se requiere una autopsia. Pronto, Alex descubre que se trata de un asesinato... ¡Excepto que lo que dice el cuerpo de la víctima no concuerda con el retrato que le hizo su mujer! ¿Quién era realmente? ¿Quién podría culparlo tanto como para matarlo? Para la forense, la investigación se complica cuando la IGPN empieza a interesarse por sus travesuras...

Un cuerpo de mujer se encuentra en los pantanos de Brujas, no lejos de Burdeos. Parece que la víctima recibió un golpe en la cabeza, pero no hay nada que la identifique. Alex envía el cuerpo de vuelta a IML para comenzar su examen lo antes posible. Pero, sobre la mesa de autopsia, la muerta abre los ojos... ¡Ella está con vida!

Un descubrimiento macabro se hace al pie de un acantilado de piedra caliza cerca de Burdeos: dos mitades de cuerpos ensamblados, el busto de una mujer blanca cosido a las piernas de un hombre negro. Alexandra y Antoine determinaron que no había conexión entre las dos víctimas. Sin embargo, siguen convencidos de que el asesino, por su puesta en escena, sugiere que tenían algo en común. Un análisis más profundo revela que los cuerpos llevan las secuelas de un periplo que los ha agotado. El descubrimiento de un tercer trozo de cadáver confirma la hipótesis de Alexandra: todos están unidos por un drama cuyos secretos debe desentrañar...