César, perdido tras la muerte de Sandra, recibe la visita inesperada de María, su otra hija. Cesár Intenta controlar la situación llenando la casa de becarios, pero todo se vuelve un caos, al punto de perder a su hijo Cesarín.

Adaptándose como padre soltero, César se enfrenta a discusiones entre sus hijas y problemas con Miguel y su nuevo pasatiempo. Un "Papadrino" le ayuda a comprender que sus hijos también están sufriendo una pérdida.

La llegada de Enrique, el padre de César, coincide con el cumpleaños de los niños. Atrapado en una competencia familiar, ambos padres crean un caos de magnitudes épicas, que pondrá en jaque a toda la familia.

César vuelve a trabajar, sólo para descubrir que su programa ya no interesa, y encima descubre que Miguel está obsesionado con un videojuego. Y para empeorar las cosas, su familia organiza un casino clandestino en la casa.

Convencido por Alejandro, César acepta una cita doble. Sin embargo, descubren que ambos han usurpado la vida del otro en un intento de ligue, resultando en situaciones cómicas y torpemente románticas.

César comienza a salir con Silvina, pero esto genera celos. Sus hijos deciden "juzgarlo" por esto, planteando dudas sobre su nueva relación, mientras todos lidian con la situación.

César pierde su trabajo debido a un millenial usurpador, y para peor, la familia enfrenta una plaga de chinches y deben mudarse temporalmente, lo que causa tensiones y nuevas dinámicas familiares.

César intenta recuperar su programa con la ayuda de Rafael Harari, organizando una comida con sus seres queridos a quienes pide que actúen como una familia ideal, pero obviamente el evento se sale de control.

Lucía, regresa para llevarse a su hija María; así que ella graba un video de su familia para tener de recuerdo antes de irse a vivir a Europa. El problema es que no se atrevió a decírselo a nadie.

Tras una pesadilla sobre la ruptura familiar, César reflexiona sobre su dolor no resuelto y un recuerdo de Sandra sale a la luz. La llegada inesperada de un personaje del pasado provoca nuevamente confusión e inseguridad.