Mussolini acaba de fundar las Fasces de Combate cuando D'Annunzio toma Fiume. Mussolini espera explotar la hazaña de su poeta en el campo de batalla.

Las elecciones han decretado la victoria absoluta de los socialistas. Mussolini parece acabado, pero los terratenientes y los industriales acuden a él para pedirle ayuda contra las huelgas.

Con su entrada en el Parlamento, Mussolini quiere cambiar: ser más estratégico, más diplomático, un auténtico estadista. Pero las camisas negras se rebelan.

Tras huelgas y protestas, el rey excluye a los socialistas del gobierno. Mussolini amenaza con una insurrección fascista para intentar apoderarse de todo.

Mussolini quiere una nueva ley electoral que le garantice la mayoría absoluta, pero Don Sturzo, el líder de los católicos, se opone.

Mussolini abre las listas de los partidos a los políticos tránsfugas de otros partidos. Uno de los primeros líderes fascistas, Forni, toma partido contra él.

Mussolini gana las elecciones por una mayoría aplastante, pero Matteotti, un socialista, pide la anulación de las mismas denunciando la violencia de los "camisas negras". Mussolini decide darle una lección.

Con el descubrimiento del cuerpo de Matteotti y la detención de sus asesinos, Mussolini se ve acorralado. ¿Podrá salvarse a sí mismo y al fascismo?