
Marco-Hugo Landeta Vacas
5
|
may. 08, 2025
(CASTELLANO) Si ves el nombre de Liam Neeson en el cartel, ya sabes bastante bien lo que te vas a encontrar. Un ladrón honesto no engaña a nadie: es una película de acción modesta, con su buena ración de persecuciones, tiros y un protagonista atormentado que, en el fondo, solo quiere hacer lo correcto.
La historia arranca con una idea que podría haber dado más de sí: un ladrón legendario que decide entregarse para limpiar su nombre. Suena bien, pero enseguida la cosa se desinfla en una trama que no arriesga nada y que se mueve entre tópicos como quien sigue una receta demasiado vista. Todo resulta demasiado sencillo, demasiado cómodo, como si no quisieran complicarse más de la cuenta.
Eso sí, Neeson sigue teniendo ese carisma que consigue sostener películas que, de otra manera, se caerían a pedazos. Él hace su trabajo, aunque da la sensación de que podría interpretarlo dormido a estas alturas. El resto del reparto cumple sin destacar y la dirección de Mark Williams es correcta, pero poco más.
No es un desastre, se puede ver sin sufrir, pero tampoco deja huella. Una de esas pelis que, si pillas empezada en la tele un domingo por la tarde, igual te quedas a verla... o igual te echas una siesta.
(ENGLISH) If you see Liam Neeson’s name on a poster, you already know exactly what you’re getting into. Honest Thief doesn’t try to fool anyone: it’s a modest action film, packed with car chases, shootouts, and a tormented main character who, deep down, just wants to do the right thing.
The story starts with a premise that could have gone further: a legendary thief deciding to turn himself in to clear his name. It sounds promising, but it quickly deflates into a plot that doesn’t take any risks and moves through clichés like someone following an old recipe. Everything feels too easy, too safe, as if they didn’t want to make any effort to surprise us.
That said, Neeson still has enough charisma to carry movies that would otherwise fall apart. He does his job well, even though it feels like he could probably play this role in his sleep by now. The rest of the cast is fine without standing out, and Mark Williams’ direction is competent but nothing special.
It’s not a disaster—you can watch it without suffering—but it’s not memorable either. One of those films you might catch halfway through on a lazy Sunday afternoon... or maybe you’ll just fall asleep instead.