Un furgón de seis antidisturbios acude a realizar un desahucio en el centro de Madrid. Es agosto y lo hacen sin apoyo de efectivos. El desahucio es difícil y, cuando creen que todo está controlado, el más joven toma una mala decisión.

Los seis antidisturbios siguen con sus vidas ajenos a que están siendo investigados. Asuntos Internos avanza sin hallar nada. Solo Laia cree que hay algo más y descubre que los antidisturbios ocultaron un detalle importante.

Los antidisturbios pueden enfrentarse a años en prisión. Revilla, un ex policía, puede ayudarles al llegar donde la ley no puede. Laia averigua algo que puede ayudarles en el juicio.

Los seis antidisturbios consiguen un respiro al dejar de estar en el punto de mira pero Laia sigue tirando del hilo. Un giro en el caso hará que se empiece a replantear su investigación.

Los antidisturbios empiezan a pagar las consecuencias de su estrategia en la investigación del caso, mientras tienen que seguir trabajando. Laia sigue buscando pruebas que le ayuden a demostrar su teoría.

Laia consigue un gran avance en el caso pero su trabajo sigue encontrándose con nuevos obstáculos. Mientras tanto, las tensiones del caso empiezan a pasar factura a las relaciones personales entre los miembros de los Antidisturbios.