Una ex piloto de helicóptero del ejército, Silvia, se encuentra en medio de un extraño drama de secuestro a bordo de su vuelo de Bruselas a Moscú.

Después de que se reanuda el servicio Wi-Fi del vuelo, los sobrevivientes descubren detalles preocupantes sobre el pasado de algunos de los pasajeros y traman un plan desesperado para deshacerse de ellos.

Una serie de fallas estructurales en el avión mantienen a los sobrevivientes nerviosos en medio de una creciente tensión y desconfianza.

La revelación del pasado de Ayaz intensifica las tensiones entre los supervivientes. Mientras tanto, Silvia se preocupa profundamente por el deterioro del estado mental del capitán Matthieu.

La misión al cuartel general de la OTAN da un giro dramático. Laura y Horst atienden una emergencia médica. Jacob y Osman corren para resolver el problema del combustible.

Las emociones aumentan cuando el grupo hace un último intento desesperado por ponerse a salvo antes del amanecer.

Justo cuando los pasajeros se adaptan al ritmo de la vida en el búnker, una repentina escasez de alimentos los obliga a considerar hacer otro viaje arriesgado.

Con el generador apagado, las temperaturas y los ánimos se disparan, provocando un tenso enfrentamiento. El Coronel encuentra una prueba condenatoria en la base aérea.

Después de una angustiosa cadena de eventos, Thea y Mathieu lideran la búsqueda de un nuevo avión, y los oficiales planean vengarse de Sylvie.

En el búnker, el juicio pronto da paso a esquemas más retorcidos. El grupo que busca semillas se encuentra con un extraño desorientado.

Mientras Thea y el equipo intentan atraer a Gia fuera de la bóveda, Ines busca un camino de regreso al búnker y Rik confía en el embajador.

La crisis a bordo del avión amenaza con dejar varados a los viajeros. Temiendo por sus vidas, Silvia y los demás traman un plan para huir del búnker.