Para toda la humanidad (2019 – presente)

(CASTELLANO) Hay series que empiezan con una idea interesante y luego se pierden por el camino, y luego está Para toda la humanidad, que con cada temporada ha sabido crecer y evolucionar sin perder su esencia. Lo que comenzó como una historia alternativa sobre la carrera espacial ha terminado convirtiéndose en un relato sobre el esfuerzo humano, la ambición y las consecuencias de nuestros actos. Y esta cuarta temporada no es la excepción. Lo primero que destaca es lo bien que maneja el paso del tiempo. No solo en su historia, que sigue saltando décadas de manera orgánica, sino en sus personajes, que han ido evolucionando de forma creíble. Aquí nadie es el mismo que en la primera temporada, y eso es parte de lo que hace que la serie se sienta tan viva. Cada decisión pesa, cada sacrificio deja huella, y eso es algo que muchas producciones de ciencia ficción no consiguen transmitir tan bien. A nivel visual, sigue siendo impresionante. No solo por los efectos especiales, que mantienen el listón altísimo, sino por la forma en la que el espacio se convierte en un personaje más, con sus silencios, su inmensidad y su constante amenaza. Pero lo que realmente sostiene la serie son sus personajes y sus conflictos, que esta temporada siguen teniendo el mismo peso que los grandes eventos históricos ficticios que se narran. Puede que haya alguna subtrama que no termine de funcionar o que algunos giros sean más previsibles, pero en conjunto, la serie sigue en plena forma. Con cada episodio, deja claro que no es solo una serie de ciencia ficción, sino un drama humano con todas las letras. Si has llegado hasta aquí, esta cuarta temporada te va a dar exactamente lo que esperabas… y quizá algo más. (ENGLISH) Some series start with an interesting premise but lose their way over time. For All Mankind is the opposite—it keeps growing and evolving without losing its essence. What began as an alternate history of the space race has turned into a powerful story about human ambition, sacrifice, and the weight of our choices. And this fourth season is no exception. One of its biggest strengths is how well it handles the passage of time. Not just in its timeline, which keeps jumping forward in a way that feels natural, but in its characters, who evolve in a believable way. No one is the same person they were in the first season, and that’s what makes the series feel so alive. Every decision carries weight, every sacrifice leaves a mark, and that’s something many sci-fi shows struggle to capture. Visually, it remains stunning. Not just because of the top-tier special effects, but in the way space itself becomes another character—vast, silent, and constantly looming. But what truly holds the show together is its characters and their conflicts, which continue to have as much impact as the alternate historical events being portrayed. Some subplots might not work as well, and a few twists are more predictable than others, but overall, the series is still in top form. With each episode, it proves it’s not just another sci-fi series—it’s a deeply human drama at its core. If you’ve made it this far, this fourth season delivers exactly what you were hoping for… and maybe even more.