La teniente coronel Jaax es esposa y madre de dos hijos y tiene uno de los trabajos más peligrosos del mundo. Cada día, se pone varias capas de equipo de protección y accede al laboratorio de nivel 4 de bioseguridad en el Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de los Estados Unidos, donde convive con los virus más letales del mundo. En 1989, llega al trabajo y somete a ensayos a una muestra que teme pueda resultar uno de los virus más letales conocidos hasta entonces.

La teniente coronel Nancy Jaax toma las riendas del asunto cuando convence a un empleado del centro de investigación para que le entregue más muestras procedentes de los monos infectados. Mientras tanto, en el Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de los Estados Unidos, Jaax y Jahrling someten a pruebas a las nuevas muestras y observan el virus a través de sus microscopios. Jaax está decidida a averiguar la fuente, incorporando al equipo al experto en el ébola, el Dr. Wade Carter.

Cuando los representantes de diferentes organismos no se ponen de acuerdo sobre la forma en la que manejar el descubrimiento de Jaax, ella se percata de la existencia de varios protocolos en vigor para la confinación de un virus letal en territorio estadounidense. Un empleado del centro de investigación de los monos cae enfermo, lo que provoca el temor en Jaax de que el virus se haya propagado a los seres humanos. Travis Rhodes, del Centro para el Control de Enfermedades, llega con una forma diferente de manejar el asunto.

Nancy Jaax empieza a liderar un equipo del Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de los Estados Unidos con el objeto de prepararse para la misión más peligrosa a la que cualquiera de ellos se haya enfrentado jamás. Con pleno acceso al centro de investigación, esta apuesta mortal provoca una gran inquietud en el hogar de la familia Jaax. Su esposo, Jerry, busca una manera de proteger a su esposa. Mientras tanto, Jaax cree que su mentor, el Dr. Wade Carter, puede que tenga otros planes.

Dentro del centro de investigación para primates surgen peligros imprevistos. La teniente coronel Jaax trabaja sin descanso en la zona de nivel 4 de bioseguridad con el objeto de averiguar por qué el virus se comporta de forma diferente a lo esperado en las víctimas humanas. Con la sobrecogedora tarea de practicar la eutanasia a los monos, surgen peligros imprevistos e incluso el más fuerte de los equipos es llevado al límite.

La ya de por sí volátil situación dentro del centro de investigación infeccioso está a punto de explotar. Con Nacy Jaax dando un paso adelante mientras los de su alrededor se desploman, el agotamiento pone en jaque a la precisión necesaria para esterilizar la amenaza. Los esfuerzos del equipo para contener el pánico se ven amenazados con la llegada de la prensa y por el hecho de que los residentes del vecindario hayan averiguado la cercanía del peligro.

En Florida, un hombre enferma misteriosamente y muere. El agente especial Matthew Ryker sospecha que se trata de un ataque con ántrax y debe descubrir si otros han sido infectados.

La investigación de Ryker se traslada a Nueva York cuando se produce otro caso de ántrax. Los compañeros de trabajo de Bruce Ivins empiezan a tener sospechas sobre él.

Un ataque en Capitol Hill, la sede del gobierno, provoca el traslado de Ryker y su equipo a un centro de correo que se ha convertido en un foco de infección de ántrax.

El FBI conoce nuevos detalles acerca del peculiar comportamiento de Bruce Ivin en el pasado, cuando un antiguo compañero les alerta al respecto. Ryker y Dani rastrean el origen de las cartas.

Todas las miradas se centran en el Sr. Z. Cuando empiezan a dirigir su atención hacia un sospechoso, a Ryker y Dani les encargan nuevos casos. Pero eso no impedirá que continúen con su investigación.

Al tener dos posibles sospechosos, las corazonadas de Ryker acerca del caso son puestas a prueba. Mientras aumenta la presión por parte del FBI, Bruce se viene abajo.