La diversidad del planeta es sobrecogedora: desde aves marinas bombardeando el océano hasta ñus tratando de evitar a los licaones en el Serengeti.

En la implacable frontera que supone el cambio climático, osos polares, morsas, focas y pingüinos ven peligrar sus paraísos de hielo.

Las junglas y selvas son hogar de una increíble variedad de especies, como aves presumidas, inteligentes orangutanes y hormigas de lo más ambiciosas.

Un 90 por ciento de la fauna marina, desde tiburones hasta erizos de mar, habita en aguas costeras. Proteger estos hábitats es una batalla que la humanidad debe ganar.

Las cámaras captan la búsqueda de sustento de los elefantes del desierto, a los bisontes rondando las praderas norteamericanas, y la buena vida subterránea de las orugas.

Adentrarse en las oscuras e inhóspitas profundidades oceánicas revela un mundo repleto de criaturas hermosas... y también muy, pero que muy extrañas.

La necesidad de agua dulce es tan imperiosa como siempre, pero el suministro se está volviendo cada vez más impredecible para especies de todo tipo.

Así es la frágil interdependencia que existe entre los variopintos habitantes del bosque, desde las águilas calvas y los licaones hasta los tigres siberianos.

Búfalos, osos polares, ballenas jorobadas, polluelos de albatros... La migración es vital para que los animales se alimenten, procreen y encuentren nuevos hogares.

Con la llegada del verano, las abejas trabajan, los gansos de nieve se reproducen, los renacuajos se despiertan y los leones acechan a los ñus que buscan pastos.

Las crías de tortugas, elefantes marinos, pumas y cangrejos deben valerse por sí mismas si quieren llegar a la adolescencia.

Los gansos de nieve, los antílopes, las hormigas guerreras y las ballenas grises eluden a los depredadores y la contaminación, así como los desafíos del mundo moderno.