Un atraco a un banco conmociona a una pequeña ciudad flamenca. Los ladrones se atrincheran en el interior y toman como rehenes a varios empleados y clientes del banco. La policía llega al local e intenta contener la situación. Empiezan las negociaciones.

Amanece en una pequeña ciudad flamenca. Dos ladrones se dirigen a una sucursal bancaria, donde toman como rehenes a empleados, un cliente y dos niños. Los agresores esperan a que llegue la policía para dejar claras sus exigencias.

Un tiroteo amenaza con agravar la situación. Ivo quiere saber qué está pasando exactamente dentro del banco; a Ibrahim le cuesta negociar; y Vos no puede dejar de pensar en su padre enfermo.

Los ladrones presionan a los rehenes para que lleven la mayor cantidad de dinero posible a un lugar seguro, pero no todos los rehenes están dispuestos a ayudar. Cuando la policía toma medidas drásticas, parece que la situación se va a salir de control.

Vos se ve obligada a abandonar el caso contra su voluntad, pero el asunto sigue molestándola. Está convencida de que algo no va bien. Finalmente, hace un descubrimiento sorprendente que arroja nueva luz sobre las cosas.

Uno de los rehenes claramente sabe más sobre la situación, pero los rehenes parecen confiar el uno en el otro. Al mismo tiempo, los ladrones reciben una visita sorpresa, mientras que Susan se enfrenta a un dilema espinoso.

La policía penetra secretamente en el banco para liberar a los rehenes y confirmar sus sospechas. Al mismo tiempo, Arne tiene grandes dificultades para mantener a la prensa y al público al margen de toda la operación.

La policía está cercando a los ladrones, cada vez más nerviosos. Intentan escapar, pero Walter y Noor se defienden. Al mismo tiempo, Serge se enfrenta a un grave enfrentamiento.

Noor ha desaparecido. Se envía un equipo de búsqueda para buscarla. Ibrahim y sus colegas han comenzado a entrevistar a los rehenes liberados, e Ibrahim está convencido de que uno de ellos miente.

Se hace todo lo posible por encontrar a Noor. Mientras tanto, Elias y sus secuaces idean un plan para repartirse el dinero, pero el resultado no es positivo para todos.

El desenlace está cerca. Policías y ladrones se enfrentan cara a cara y la situación se agrava hasta una nueva toma de rehenes. Los nervios están a flor de piel y la situación es explosiva.

Elias y Tommy no tuvieron más remedio que esconderse en la casa de Rolf, que estaba rodeada por la policía. Intentaron mantener la calma, pero mentiras y descubrimientos inesperados llevaron la situación a un punto crítico.