En solo una generación, Internet ha transformado prácticamente todos los aspectos de la cultura actual, el aprendizaje, nuestra forma de trabajar o nuestra forma de expresarnos y comunicarnos. ¿Qué efecto ha tenido esta conectividad constante sobre nuestro concepto de intimidad? ¿Llegaremos algún día a lograr la telepatía? ¿Sería posible que todo esto nos permita llegar a comunicarnos con otras posibles civilizaciones extraterrestres?

El excesivo consumo de recursos y energía nos ha llevado a un punto de no retorno en el que deberemos solucionar el problema de algún modo o buscar otro planeta en el que vivir. Si abandonamos la Tierra, tendremos que convertir en habitable otro planeta empleando procesos como la terraformación, algo que podría tener consecuencias inesperadas en ese ecosistema. ¿Sería posible que otras civilizaciones extraterrestres hayan llegado a un punto de inflexión similar?

El ser humano siempre ha sentido el impulso de explorar lo desconocido. Este espíritu indomable nos ha llevado a nuevas costas, mayores profundidades y, durante el último siglo, incluso a nuevos planetas. Cada vez son menos los misterios que quedan por resolver en nuestro planeta Tierra, pero ¿qué adaptaciones biológicas necesitamos para poder explorar el cosmos? ¿Descubriremos formas de vida similares a las de la Tierra, o más bien otras completamente diferentes?