Motivos personales: Lista de episodios

Natalia Nadal, periodista de televisión, acude a la fiesta del 50 aniversario de los laboratorios Acosta, de los que Arturo, su marido, es jefe de investigación. Pero la fiesta es trágicamente interrumpida cuando Mara Yimou, secretaria del Presidente Federico Acosta, aparece asesinada.

Arturo, marido de Natalia y jefe de investigación de los laboratorios, es sospechoso por la muerte de Mara. Su encarcelamiento produce una caída del prestigio de los laboratorios, que están en el punto de mira de todos los medios, sobre todo del canal de Natalia.

Tras asimilar la muerte de su marido, Natalia lucha por salir adelante. Todo apunta a que Arturo se suicidó en la cárcel, pero no todo es lo que parece...

Natalia anuncia en su informativo que el suero Acosta está envenenado y es el causante de las muertes de pacientes en los hospitales. Gracias a esto, Natalia será despedida.

A pesar de que las víctimas se multiplican en los hospitales, los médicos no logran dar con la causa de la epidemia. Natalia sigue convencida de que el suero Acosta es el culpable de todas las muertes... y del misterio que se cierra en torno a ella.

48 horas. Ése es el tiempo de que Natalia dispone para salvar la vida de su hija. Ninguna de las personas infectadas por las bolsas de Prolab ha sobrevivido más de ese tiempo.

Un personaje aparece por sorpresa: Aganzo, dueño de Ralson, una empresa de suministros de laboratorio que se ha hecho la dueña del mercado al desaparecer Prolab. Natalia intentará contactar con él.

Tras haber dejado morir a su padre, Pablo baja al salón, esperando encontrar su cadáver... pero éste ha desaparecido. Lo que es aún más extraño, Fernando le dice que Federico ha salido de viaje de negocios a Bruselas.

El libro de La Compañía Blanca. Eso es todo lo que ha quedado de Suñer después de su muerte. Ahora Natalia deberá investigar hasta descubrir el misterio que se encierra tras este personaje.

Natalia por fin ha encontrado un móvil: alguien le está haciendo pagar por el suicidio de Santos, la persona que fue encarcelada cuando Natalia destapó el escándalo inmobiliario de la Compañía Blanca, veinte años atrás.

Tras el intento de asesinato de Maite, Ángeles Martorell sigue acosando a Natalia, y no sólo está a punto de matarla en la redacción, sino que también amenaza la vida de Tania, para después desaparecer: el juego continúa.

Federico Acosta ha sido asesinado. La policía tiene acorralado a su asesino en una vieja fundición, a punto de ser arrestado. Antes de ver su verdadero rostro, asistiremos a los tres días precedentes a la muerte de Federico.

Natalia permanece en la cárcel, a la espera de su juicio por el asesinato de Federico. No lo tendrá fácil: Virginia llevará la acusación particular. Ella está convencida de que su amiga es la asesina, y no está dispuesta a justificarla. Según Virginia, el fin no ha justificado los medios.

Natalia planeó junto con Federico, el falso asesinato de éste. Todo lo que quería era ingresar en prisión, y así hablar con una reclusa que le va a proporcionar el nombre del asesino: El Arcángel.

Tania se despierta en una habitación pequeña y oscura: la han secuestrado. Federico tampoco aparece, y Natalia está cada vez más nerviosa: sabe que su hija está en peligro.

El secuestrador de Tania se dispone a matarla, pero algo le detiene cuando ve el colgante que Tania encontró en la caja de Santos.

Virginia va a tratar de recuperar su vieja amistad con Natalia. El único objetivo que le mueve: descubrir por qué quiso entrar en la cárcel.

Tras liberar a Martorell de manos de su secuestrador, Natalia mantiene a la mujer oculta en su buhardilla durante dos días. En algún lugar de su cabeza está el nombre del asesino...

Desorientada por un mundo totalmente distinto al que conoció, Martorell rebusca en su memoria y se dirige hasta un hotel. En recepción, una caja lleva quince años esperándola.

Martorell acusa a Natalia de ser la causante de todas las muertes por su artículo sobre La Compañía Blanca, y está a punto de matarla.

Con Virginia fuera de juego, nada separa a Martorell de poder contar la verdad de lo ocurrido a Federico y Natalia. Pero cuando la reunión entre los tres está a punto de producirse, sucede algo que cambia el curso de los acontecimientos.

Parece que la pesadilla de Natalia ha llegado a su fin: Victoria Castellanos ha aparecido muerta, ahorcada, en su domicilio.

Adriana analiza las muestras de sangre de Natalia, Maite y Daniel en busca de rastros del virus A-423. Son tres de las diez personas que pasaron la revisión médica con Gurovic.

Natalia se resiste a creer en la posibilidad de que Arturo esté vivo, a pesar de haber encontrado una huella suya. Al seguir el rastro de Julio Fernández, un auxiliar de la morgue contacta con ella para venderle los objetos personales de Arturo.

Daniel y Aurora se enfrentan en una dura pugna económica para hacerse con las pruebas que implican a Pablo en la epidemia del virus A-423. Y Natalia está a punto de encontrarse con alguien inesperado: su marido, Arturo.

Villaroel no es el único que quiere acabar con los Acosta. Alguien está en posesión del virus y tiene motivos de sobra para hundir los laboratorios.

Los mayores enigmas tienen su solución, aunque no todos... Natalia ideó un plan para descubrir a Virginia, pero una incógnita se queda sin resolver: ¿quién tiene el virus y es el principal enemigo de los laboratorios? El círculo sólo se cierra... para volver a abrirse de nuevo.