Matrimonio Con Hijos: Lista de episodios

Un compañero de trabajo de la zapatería soborna a Al con entradas para un partido de baloncesto que se celebrará esa misma noche a cambio de que éste no diga nada de sus escapadas amorosas en horario laboral. Sin embargo, Peg se niega a dejar que Al acuda al partido, ya que ha invitado a cenar a sus nuevos vecinos, Steve y Marcy, una pareja de idealistas recién casados. Al y Peg les darán a cada uno su particular visión de lo que es el matrimonio y cómo sobrevivir al mismo.

Marcy le dice a Peggy que si un hombre es capaz de serle fiel a un mismo equipo durante toda la vida, debería hacer lo mismo con su mujer. Estas palabras hacen que Peg se plantee si Al sigue interesado en ella después de todo el tiempo que llevan juntos. Dispuesta a recuperar la pasión en su vida matrimonial, Peggy inicia una nueva y rigurosa dieta que será deplorada no sólo por Al sino también por los niños. Steve convence a Al de que intente seguir la dieta tan solo una semana, afirmándole que de este modo su esposa volverá a la normalidad.

Hay una oleada de robos en el barrio, y cada familia se dispone a renovar la seguridad de su casa: los Bundy adquieren una pistola y Steve y Marcy se compran un perro que no sólo no les hace ni caso, sino que además se pasa las noches ladrando. En una de estas, Al cree oír un ruido y dispara para rechazar al posible agresor, pero acaba matando al perro de los vecinos, que no acaban de creerse que resultara accidentalmente alcanzado al interponerse entre Al y el ladrón, sino que más bien el primero se deshizo deliberadamente del ladrador chucho.

Steve y Marcy deciden invertir el dinero que les acaba de devolver Hacienda ampliando su casa mediante la construcción de una nueva habitación. Ahora bien, ¿qué habitación debería ser? Según Al, una sala de billar, por supuesto. Peggy, por su parte, intenta convencer a Marcy de que lo ideal sería una sala de ejercicios, para ahorrarse los paseos hasta el gimnasio. La disputa está servida en ambas familias.

Al y Steve deciden darle un repaso al chaval que viene a buscar a Kelly y, dominados por un ataque de nostalgia, acaban por comprarle su coche: un Mustang del 65, el mismo modelo con el que ambos soñaron de adolescentes. El coche alterará de inmediato las vidas de ambas familias, ya que tanto Al como Steve dejan de inmediato todo lo que están haciendo para ponerse a restaurar el Mustang. Sin embargo, el coche de sus sueños guarda más de una sorpresa.

Los Bundy celebran su 16 aniversario de casados. Al piensa regalarle a Peggy un hermoso y carísimo reloj. Cuando ésta se entera, por mediación de Kelly y Bud, se avergüenza de no haberle comprado nada a Al. Afortunadamente, para eso esta la tarjeta, así que ni corta ni perezosa se acerca a la tienda y adquiere el set de herramientas que Al lleva tanto tiempo deseando. El partiarca de los Bundy, mientras tanto, tiene problemas en la joyería, ya que no le queda crédito suficiente como para comprar el reloj. Como cree que Peggy no espera nada, decide volver a casa con las manos vacías.

Bud y Kelly están enfermos y han dejado de ir a la escuela. Tenerlos todo el día en casa está volviendo loca a Peggy, que necesita una escapada urgente. Steve sugiere a Al que la lleve a pasar la noche a un motel. Steve y Marcy se quedan haciendo de canguros d elos niños y acaban por tener una de las peores experiencias de su vida. Dispuesta a conseguir que los Bundy no vuelvan a pedirle jamás semejante favor, Marcy decide dejarle a Kelly que haga precisamente la única cosa que Peggy le había prohibido expresamente: montar una fiesta en casa.

Al invita a Steve a que se le una con sus amigos en la partida de póquer de los viernes. A Steve no le gusta jugar, pero cree que sería una buena manera de conocer gente, de modo que acepta. Finalmente, acaba por animarse y entra en la timba, pero pierde 300 dólares que van a parar al bolsillo de Al. Era su parte destinada a la hipoteca, y ahora no sabe cómo explicarle a Marcy que lo ha perdido, por lo que le pide a Al que se los devuelva, pero éste se niega.

Peggy quiere un vídeo, pero por mucho que suplique, Al se niega a comprárselo. Marcy la convence de que el único modo de conseguir su nuevo electrodoméstico será consiguiendo trabajo y disponiendo de su propio dinero. Peggy acepta y es contratada enunos grandes almacenes, sin embargo sigue sin estar satisfecha: odia trabajar. Al también odia esta nueva situación, ya que ahora ha de hacerse la comida todas las noches. Ambos desearían seguir como antes, pero no pueden admitirlo ante el otro ya que eso representaría una capitulación.

Peggy quiere obligar a Al a que la acompañe a la boda de su prima Harriet, y éste se niega en redondo. Cuando su mujer le dice que si no está dispuesto a ceder no hace falta que se moleste en volver a casa esa noche, Al se lo toma al pie de la letra. Esa noche, Al se refugia en el apartamento de su compañero de trabajo, Luke, que vive en un piso en el que todos los demás inquilinos son bellas azafatas, y acaba sentado en el sofá junto a una hermosa rubia que se niega a pasar la noche sola. ¿Sucumbirá Al a la tentación?

Steve está en viaje de negocios fuera de la ciudad y Marcy empieza a tener sueños eróticos con Al, algo que no sólo la perturba sino que la deja francamente desmoralizada. Cuando se lo cuenta a Peggy, esta responsabiliza a Al. Lo peor de todo es que, cuando Steve regresa a la ciudad, Marcy vomita cada vez que intenta acercarse románticamente a ella, ya que su modo de actuar es exactamente igual al de Al en sus sueños. Steve, al igual que Peg, culpa a Al de la situación.

Al oye en la radio que el avión en el que su jefe iba de vacaciones a Hawai se ha estrellado en el océano y que apenas ha habido supervivientes. Dispuesto a hacerse notar, se gasta el dinero de las vacaciones en un enorme ramo de flores para la familia. Sin embargo, resulta que el jefe ha sido uno de los escasos supervivientes, por lo que la familia regala todas las flores sin que éste haya llegado a ver el hermoso ramo de los Bundy. Al, ofendido, decide que, o su jefe reconoce por primera vez la gran labor que está haciendo en la tienda y le estrecha la mano, o dimitirá de inmediato.

Johnny B. Good, el puesto de hamburguesas en el que se conocieron Al y Peggy, está a punto de cerrar sus puertas definitivamente, por lo que los Bundy deciden darse un último homenaje acudiendo a cenar allí la noche del cierre. Sin embargo, poco antes de partir, Kelly les cuenta que está deprimida porque no le han invitado a asistir a una importante fiesta que se va a celebrar esa misma noche. Al y Peggy se ven en el dilema de atender los problemas de su hija mayor o disfrutar de su última cena en Johnny B. Good.

Al deja sin reparar un agujero en la valla de su patio trasero y Buck, el perro de los Bundy, aprovecha para escaparse cada dos por tres y dejar preñadas a la mayor parte de las perras del barrio. Cuando uno de los vecinos amenaza con demandar a los Bundy por negligencia, dado que si hubieran arreglado la valla podrían haber evitado que Buck montase a su caniche de competición, Steve sugiere que la solución podría ser castrar a Buck, pero Al se niega en redondo.

Los Bundy se van de vacaciones, pero como Al se niega a pagar cuatro billetes de avión hasta Hawaii, su destino no es otro que Dumpwater, un pueblucho de Florido en el que cada cinco años alguien aparece asesinado a hachazos. De hecho, las víctimas siempre son turistas que se alojan en el mismo motel escogido por Al. A pesar de los avisos de una camarera para que abandonen el lugar, y de la hostilidad de los paisanos, Al insiste en que sus vacaciones son la única época del año en la que puede hacer lo que le da la real gana y se niega a marcharse.

Al y Peggy se ven atacados en mitad de la noche por un lunático con un cuchillo. ¿Será el temido asesino de Dumpwater? Todo así lo indica. Los Bundy se deciden por fin a abandonar el pueblo, pero alguien les ha rajado las ruedas del coche... La trama se enmaraña aún más; el único puente de acceso a la localidad ha sido arrastrado por la riada y nadie puede salir ni entrar. Por si eso fuera poco, Peggy ha sido raptada y lo más posible es que esté en manos del maníaco del hacha.

Al pasa a recoger a Steve por el banco en el que trabaja, y aprovecha para darse un garbeo por la caja fuerte para jugar con el dinero. Al día siguiente, el banco denuncia la desaparición de un millón de dólares y Bundy es el principal sospechoso. Aunque Al niega haber robado la suma, nadie le cree. Aprovechando la codicia de su familia, Al consigue que todos cumplan incluso el menor de sus deseos informándoles de que si tuviera el dinero nunca lo compartiría con gente que le trata tan miserablemente como ellos lo hacen.

Al se niega a pagar una desorbitada factura telefónica, por lo que la compañía corta la línea de la familia Bundy, dejándoles prácticamente incomunicados. Los vecinos y amigos de la familia se enfadan con Al.

Marcy se enfada con Steve porque este se dedica a comerse con los ojos a una hermosa reparadora de neveras en compañía de Al y se va de marcha con Peggy, que la lleva a un local de striptease masculino. Aunque al principio le parece inmoral que todos los bailarines conozcan a Peg por su nombre de pila, Marcy acaba animándose a depositar dólares en las entrepiernas de los muchachos con tanto fervor que acaba por perder su anillo de casada en los calzoncillos de un exótico stripper llamado Zorro.

Marcy se enfada con Steve porque este se dedica a comerse con los ojos a una hermosa reparadora de neveras en compañía de Al y se va de marcha con Peggy, que la lleva a un local de striptease masculino. Aunque al principio le parece inmoral que todos los bailarines conozcan a Peg por su nombre de pila, Marcy acaba animándose a depositar dólares en las entrepiernas de los muchachos con tanto fervor que acaba por perder su anillo de casada en los calzoncillos de un exótico stripper llamado Zorro.

Al ha cometido tantas infracciones que ahora debe someterse a un examen para renovar su carnet de conducir. La humillación es suprema al suspenderlo precisamente el mismo día que Kelly se examina y aprueba. Tras recibir una nueva multa por conducir sin carnet, Al queda indefenso y sometido a las dos mujeres de la familia, Peg y Kelly, que aprovechan el hecho de que ahora son las únicas que pueden conducir para hacer de las suyas.

Los Bundy se encuentran en la bolera con Mimi, la sempiterna rival de Peggy en el instituto. Rápidamente, ambas vuelven a las andadas y Mimi propone dirimir sus diferencias mediante una competición de bolos entre sus respectivas familias. Peggy acepta de inmediato, sin pararse a pensar que los Bundy son terribles jugadores. Afortunadamente, a Steve no se le da nada mal, por lo que rápidamente Peggy le convierte en un Bundy honorario.

Steve se va cinco días con unos amigos a descender un río en canoa. Con el objetivo de evitar que intente llevársela a la cama nada más regresar, Marcy decide prepararle una fiesta de bienvenida en casa de los Bundy. Steve regresa exhibiendo una poblada barba fruto de su estancia. Cuando Marcy le indica que no le queda nada bien, Steve asegura que le gusta mucho su nuevo look y que no piensa volver a afeitarse. Al día siguiente, Steve se muda a vivir a casa de los Bundy.

El hijo de un antiguo novio rechazado por Peggy en el instituto, sale ahora con Kelly y la exige que se tatúe su nombre en un lugar visible para demostrar su amor. ¿Será una venganza por ese "Peggy" que adorna el brazo de su padre? Por otra parte, Al y Bud intentan echar a Peggy de su equipo de softball y reemplazarla por Kelly, ya que de otra manera no parecen tener la más mínima esperanza de ganar un solo partido.

Peggy y sus amigas se quejan de la escasa fogosidad de sus maridos. Poco sospechan que Bud va a cambiar la vida sexual del vecindario al invitar a pasar unos días en su casa a Tiffany, una hipersexy muchacha en ruta hacia Nueva York. Y es que la presencia de Tiffany ha convertido a Al en una máquina de hacer el amor. ¡Peggy nunca había estado tan bien atendida! Incluso los vecinos acuden cada tarde a observar cómo Tiffany hace sus ejercicios de aerobic para luego correr a encerrarse con sus mujeres en sus respectivas casas. La única que no está contenta con esta situación es Marcy, ya que Steve también se ve atraído por Tiffany, pero no por su físico, sino por su inteligencia, lo cual es mucho más peligroso, claro.

Al está enfadado porque acaban de abrir un nuevo centro comercial en la ciudad, y está perdiendo a la mayoría de sus clientes, por lo que este año se quedará sin paga de Navidad. ¡Lo peor es que incluso Peggy va a comprar allí ahora! Por si fuera poco, el nuevo centro comercial recurre a estratagemas publicitarias como la de hacer saltar a un tipo disfrazado de Santa Claus en paracaídas. Lamentablemente, un fuerte golpe de aire echa a perder el salto y el tipo se estrella en el jardín de los Bundy.

Peggy y Al creen que la afición de Bud por tomarle el pelo a su hermana es excesiva y que ha de buscarse un nuevo hobby. Al y Steve se decantan por el coleccionismo de cromos de baseball, al que se aplican con más interés que el mismo Bud. Irritadas por el infantilismo de sus esposos, Marcy y Peggy empiezan a reflexionar sobre sus intereses. Marcy no acaba de creerse que la muñeca barbie no fuese una parte integral de la infancia de Peggy y ambas se disponen a eliminar esta "laguna cultural" sacando del armario todos sus viejos juguetes...

Un ratón se ha instalado en el sótano de los Bundy, pero Al se niega a pagar el dinero que le costaría un exterminador profesional y se muestra decidido a acabar con él personalmente. Sin emargo, el ratón es más duro de lo que parecía. De hecho, hasta Buck, el perro de la familia, ha de ser llevado al veterinario tras salir malparado de un encontronazo con el astuto roedor, que escapa invariablemente de todas las trampas que le van poniendo Al y Steve.

El banco de los Bundy comete un error y les envía una tarjeta de crédito a nombre de... ¡Buck Bundy! ¡El perro! Ni cortos ni perezosos, Al y Peggy aprovechan la nueva tarjeta para comprarse regalos y pagarse una noche en un hotel de lujo.

Se acerca San Valentín, pero Peggy está harta de recibir siempre los mismos regalos. Este año lo único que quiere es que Al le diga las palabras mágicas: "Te quiero". Sin embargo, va a resultarle bastante difícil conseguirlo. Por otra parte, Kelly llega a casa con un saco lleno de cartas de amor de sus múltiples admiradores, entre las cuales se ha colado por error una para Bud, que está convencido de que no se trata sino de una broma de su hermana.

Bud consigue una cita con una chica invitándola a un concierto. Sin embargo, su hermana, encargada de comprar las entradas, se gasta el dinero en pases para ella y una amiga suya. Bud decide vengarse. Enseñando a sus padres las notas que Kelly había intentado mantener ocultas, Bud consigue que castiguen a su hermana la noche del concierto. Sin embargo, esta se niega a darle las entradas y se dispone a escapar como sea.

Steve se ha comprado un nuevo Mercedes, y le ha cogido tanto cariño que no deja que nadie se le acerque, ni siquiera Marcy, que tiene prohibido conducirlo. Sin embargo, Peggy la convence para que no se deje avasallar y salga a dar un paseo con el coche. Marcy no sólo hace caso a Peggy, sino que además abolla el Mercedes al chocar contra una boca de riego. Steve no sólo está devastado, sino que el disgusto le ha provocado impotencia y es incapaz de responder a los avances con los que Marcy intenta compensar el accidente.

El cartero comete un error y deja en casa de los Bundy una carta para Steve y Marcy. Se trata de una invitación para participar en un concurso de la televisión. Al y Peggy deciden vengarse del mal trato que les están dando sus vecinos haciéndose pasar por ellos. Curiosamente, el concurso consiste en que cada miembro de la pareja inflija tanto daño al otro como sea posible. Evidentemente, los demás concursantes no son rivales para Peggy y Al.

Por primera vez en su vida, Al tiene suerte con las apuestas en las carreras de caballos y regresa a casa habiendo ganado 1.250 dólares. Ahora el dilema es: ¿dónde esconder el dinero para que Peggy no lo encuentre?

Al se lleva el disgusto de su vida al enterarse de que la familia de Peggy va a llegar de un momento a otro para pasar unos días de visita en su casa. Ya es muy tarde para negarse a ello, pero Al jura que esta vez nadie va a conseguir hacerle sentir incómodo en su casa. Poco imaginaba él que iba a terminar mediando en la disputa entre las tres hermanas mellizas de Peggy, ya que una de ellas quiere casarse, rompiendo así el trío musical que durante tantos años han formado juntas.

Steve encuentra un viejo libro en el ático que pertenece a la biblioteca, de donde lo sacó Al en 1957. Nunca lo devolvió porque le aterrorizaba la mezquina bibliotecaria, pero Steve le convence para que sea un hombre y afronte sus responsabilidades.

Mientras Al y Peggy hacen la compra, ella cree ver a Elvis. Ya de vuelta en casa se da cuenta de que las marcas de sudor de Al se parecen al propio Elvis, y llega a la conclusión de que el Rey está intentando enviarle un mensaje desde otro mundo.

Mientras Kelly intenta flirtear con un jugador de fútbol de la universidad, Al está preocupado por mantener su viejo récord de 'touchdowns'.

Se acercan las vacaciones de Al, que ha planeado no hacer nada durante esos días. Pero no había contado con la opinión de Peggy que no piensa igual, y le ha preparado una larga lista de reformas que necesita la casa.

Al quiere realizar una de sus mayores ilusiones de niño: tener un cuarto de baño para él solo. Sin embargo, este deseo resulta algo complicado a la hora de llevarlo a cabo.

Peggy se siente muy disgustada cuando se estropea su sujetador favorito, por lo que Al decide tomar cartas en el asunto y busca uno que lo reemplace.

Al y Steve empiezan a preocuparse al darse cuenta de que están perdiendo el pelo y desde ese momento los dos buscan consuelo en un grupo de terapia para calvos.

Una pitonisa augura fortuna para Al, Steve y Peggy, y mala suerte para Marcy, que trata de convencer al resto para que la acompañen en un avión hasta Nueva York. Además, sería en primera clase.

Al se da cuenta de que su viejo barbero pertenece al pasado y que no le queda otra opción que buscar otro sitio para su cuidado personal, por lo que empieza a buscar un moderno salón de belleza.

Después de que Al y Peggy reciban una modesta herencia de un tío de ella, ambos deciden gastar el dinero y buscan un elegante restaurante para salir a comer.

Peggy crea una gran polémica en el colegio el Día de la madre al enseñar a las chicas el arte de ser ama de casa, incluyendo demostraciones de cómo robar carteras o monopolizar el mando de la televisión.

Kelly ha pintado el autobús con spray, por lo que debe decidir entre ser expulsada del colegio o unirse al Grupo de Baile. Su elección deja a todos con la boca abierta.

Al emprende la búsqueda de un segundo empleo, ya que Peggy ha conseguido un trabajo como vendedora de cosméticos y gana más dinero que él, algo que su orgullo no está dispuesto a permitir.

Steve teme que un conductor algo violento regrese para pelearse con él, ya que Peggy le ha hecho un gesto ofensivo de camino a casa.

Steve y Marcy deciden irse de vacaciones por unos días, así que dejan a Al y Peggy al cuidado de la casa. Su sorpresa será enorme cuando al volver de las vacaciones encuentren un agujero en el lugar que ocupaba la casa.

Los antiguos compañeros de promoción de Peggy y Al hacen organizan una reunión y éstos deciden acudir. Peggy quiere ser la reina de este año por lo que decide comprarse un vestido espectacular.

Después de haber ido a la fiesta de su promoción, Al se pelea en la calle con un antiguo compañero, mientras, Peggy está a punto de abrir la urna que decide quién será la próxima reina.

Bud quiere un ordenador igual que el resto de los compañeros de clase, pero Al y toda la familia se oponen. A pesar de todo, compran el ordenador pero, una vez en casa nadie sabe cómo funciona.

Se va a celebrar el certamen de vendedores de zapatos y a Al no le apetece nada ir, ya que ha sido el que menos zapatos ha vendido este año. En el último momento se le ocurre una gran idea.

Al piensa que es el momento adecuado para que la familia disfrute de un gran día todos juntos, y decide llevarles a la playa con el dinero que han dejado Steve y Marcy para pagar los daños de su coche.

Las mujeres del vecindario están molestas con un hombre por los piropos que lanza a diestro y siniestro, aunque nunca se dirigen a Peggy, lo que le hace pensar que ha perdido su atractivo.

Es el Día del Trabajo y Al decide hacer una barbacoa invitando a todos sus vecinos. Para él, el secreto de una buena barbacoa está en hacerla con las cenizas de años anteriores. Sin embargo, Peggy derrumba la barbacoa por error y las cenizas salen volando. ¿Cómo sustituirlas para que Al no se dé cuenta? Afortunadamente, Marcy y Steve llegan del crematorio con una urna en la que llevan las cenizas de su querida tía Tuney. ¿Serán capaces los Bundy de llegar al sacrilegio únicamente para conseguir ese 'toque personal' en sus hamburguesas?

Peggy ha ganado un concurso que consiste en recibir clases de fitness en su propia casa con un famoso presentador de televisión. Después de unos días Peggy está agotada y convence a su profesor para que cambie de vida.

Al y Steve se marchan con Bud y un grupo de niños de acampada. Mientras, Kelly aprovecha para organizar una partida de póker con su madre y unas amigas y así recaudar dinero para un concierto.

Al tiene un tremendo dolor de muelas y decide ir al dentista por primera vez en su vida. Cuando vuelve siente más dolor que antes y no puede disfrutar de la comida que Peggy ha preparado.

Peggy sospecha que Al tiene un lío con una rubia que conoció en la peluquería. Obsesionada con esta situación le pide a Steve que le siga para descubrir lo que ocurre.

Los Bundys permiten a una estudiante extranjera vivir en su casa por los 500 dólares semanales que el gobierno les pagará, pero la estudiante termina arruinando la vida social de Kelly.

Peggy decide vender la colección de revistas de "Playboy" que tiene Al y de esa manera conseguir dinero para comprar un Dios de la fortuna para que le dé suerte en la lotería. El antepasado de Al, al enterarse, se le aparece a su nieto y le dice que debe recuperar la colección.

La familia Bundy está pasando un mal momento económico, por eso Al decide pedir un crédito al banco de Steve con el motivo de montar una línea telefónica para atender a gente con problemas de zapatos.

Al está cansado de que se le estropee su coche y de quedarse tirado en mitad de la carretera por lo que tiene que regresar andando a su casa. Por ese motivo decide comprarse un automóvil nuevo; pero dado que no cuenta con mucho dinero al final se resignará a comprar uno de segunda mano.

Marcy se enfada con Steve al descubrir que no está buscando trabajo, como ella creía, sino que se dedica a vagar por el zoo y por el aquarium.

Al promete a la familia que este año habrá regalos de Navidad gracias a los ahorros de una cuenta que ha abierto a propósito para tal fin. La imposibilidad de sacar el dinero del banco a última hora hace que Al se presente en casa con las manos vacías. La familia reacciona de la forma que les caracteriza y le dejan solo en casa.

Al tiene un shock a causa de la iluminación navideña y durante el tiempo en el que se encuentra en este estado recibe la visita de un ángel de la guarda, quien le muestra que hubiera pasado en el mundo si él no hubiera nacido.

Al rechaza contratar a un profesional y decide arreglar el mismo las goteras de su tejado.

Después de que Peggy mintió en los impuestos Bundy, Al tiene que encontrar una manera rápida de recaudar dinero para la auditoría, y cuando una pareja ofrece buen dinero para el cabello de Peggy, Al debe encontrar una manera de convencerla.

En este episodio Kelly se convierte en una estrella del rock & roll y Bud en su representante.

Steve se va de casa y Marcy se siente muy desgraciada. Para poder soportar su soledad se muda a la casa de los Bundy.

Al vuela a Las Vegas con los chicos, no tanto por encontrar a su mujer, como por recuperar el dinero que Peggy ha perdido.

Bud disfruta planeando la venganza de una chica que le humilló cuando estaba en sexto curso.

Es el cumpleaños de Peggy y Al decide llevarla a la bolera para celebrarlo y de paso batir el récord de tiradas. Una vez allí, Peggy se encuentra con Marcy, que se ha convertido en una habitual del lugar desde que la dijeron que era un buen sitio para conocer hombres.

Peggy se acuerda de que nunca se graduó ya que le queda una asignatura pendiente; por ese motivo decide matricularse para terminar los estudios.

Kelly se convierte en una celebridad al ser contratada por una cadena de televisión como la chica del tiempo. De repente los padres se disputan su cariño.

Kelly decide gastar una broma a Marcy que ahora vive en casa de los Bundy. Lo va a preparar todo de tal manera que parece que Marcy y Bud han pasado juntos la noche.

Al está harto de tener la casa llena de trastos y decide venderlos todos. Pero Peggy no opina lo mismo, ya que le ha costado mucho tiempo coleccionarlos y conservarlos.

Al siente la necesidad de hacer algo nuevo, algo especial, y propone a la familia salir de vacaciones. Puestos en marcha tienen la mala fortuna de quedar atrapados en un embotellamiento.

Al y Kelly fingen estar enfermos para no tener que ir con Peggy a casa de su madre. Ambos se las prometen muy felices hasta que Kelly enferma de verdad.

Los chicos tienen un accidente con el coche después de que Al decidiera cancelar el seguro. La única solución que tienen los Bunndy es demandar el coche con el que colisionaron.

Al se siente muy humillado cuando el equipo de beisbol, después de la última derrota, quiere sustituirle por un jugador más joven.

Peggy conoce a un hombre en el club de baile y comienza a verle regularmente, pero un día se presenta su pareja en casa de los Bundy para reclamar lo que es suyo.

Al le dice a Peggy que no hace nada y ella decide ponerse en huelga de brazos cruzados. Mientras tanto, Kelly quiere apuntarse a una escuela de modelos y conseguir así un trabajo.

Al recibe una extraña visita, posiblemente desde el espacio, que emplea sus calcetines sucios como combustible para la nave.

Al planta un huerto de verduras como terapia para combatir el stress. Un conejo arruina su proyecto.

Peggy no puede creer que el hombre sexy del que hablan las mujeres del vecindario es Al.

Cuando Al le da una paliza a uno de los novios de Kelly, ésta decide irse a vivir a otro lugar.

Un tío de Al nombra heredero de toda su fortuna al primer bebé que nazca en la familia. A Peggy le entusiasma que en virtud de la codicia de Al por fin tendrá relaciones sexuales.

Marcy no recuerda haberse casado con el hombre al que se encuentra un día al despertarse. Los Bundy le proponen celebrar una ceremonia en su casa.

Kelly tiene un nuevo novio; un hombre de cuarenta años metido en el mundo de la política, y Al está encantado, ya que cuenta con su protección y se ha convertido en El Padrino del barrio.

Buck, el perro de los Bundy, salva del suicidio a una perra llamada Lola llevándola consigo a casa, donde conquista el corazón de los Bundy. Al final Buck teme acabar sus días en la calle.

Al se horroriza cuando Peggy redecora completamente su baño, volviéndolo rosa.

Al consigue un trabajo como guardia de seguridad en su antigua escuela, después que la academia de aerobic arruine la zapateria.

Al no logra recordar el título de una melodía antigua que ha escuchado en la radio y la familia no le sirve de mucho para averiguarlo.

Al consigue un año de suministros de Weenie Tots, cuando Kelly se convierte en su portavoz.

Los Bundy se reúnen con sus vecinos para pasar una velada viendo vídeos. El aburrimiento hace que cada uno piense en el tiempo pasado.

Al pierde su televisión en una apuesta con Vinnie Verducci.

Los Bundy deciden instalarse en un supermercado para combatir el calor del verano.

Marcy impugna el premio que han ganado los Bundy en el supermercado, ya que asegura que le han robado el turno en la caja. La solución que ofrece el comerciante es competir por el premio.

Los Bundy se pierden en Lucifer, Nuevo México. Allí conocen a un viejo buscador de oro que les ofrece cambiar su mina de oro por su coche.

Los Bundy y sus vecinos empiezan a soñar con el nuevo futuro que pueden disfrutar con el oro obtenido en la mina. Mientras, la avaricia se apodera de ellos.

Un criador de perros les ofrece a los Bundy 10.000$ a cambio de que crucen a Buck con su gran campeona, Lady Astoria. Pero Buck no parece muy entusiasmado con la idea.

Marcy anuncia que está embarazada y Al se las promete muy felices, ya que tiene una nueva excusa para burlarse de Jefferson, hasta que Peggy anuncie que ella también está embarazada.

A Al y a Jefferson se les hace duro atender los menores caprichos de sus embarazadas mujeres, por lo que deciden huir de la ciudad y cambiar de nombre.

Peggy anuncia que el futuro bebé dormirá con ella y con Al. Al se niega, pero los Bundy viven en democracia, y su voto se ve derrotado por los niños. Al decide escapar de su familia.

Al comienza a sospechar del nuevo trabajo de Kelly cuando, después de tres noches, consigue ganar mil dólares. Mientras tanto Peggy obliga a Bud a acompañarla a sus revisiones médicas.

Jefferson subasta los muebles que Marcy tenía en el desván destinados al bebé y que fueron los que ella usó en su infancia.

Buck, el perro de la familia, ha dejado de comer. Preocupados por su salud, Al y los chicos comienzan a prestarle toda su atención dejando a Peggy de lado. Así que ella, molesta por la situación, decide ir a pasar una temporada con unos primos suyos que viven en el campo.

Al pierde un concurso de televisión por no ver el número de teléfono al que debía llamar. Éste será el motivo que finalmente le decide a ponerse gafas.

Tras conocer la cantidad de dinero que Peggy ha gastado en un retrato, Al pierde los nervios y se tira por la ventana, perdiendo el conocimiento tras la caída. Cuando despierta, cuenta a todos que ha visto los zapatos de Dios y decide poner en marcha un pequeño negocio para imitarlos.

Tras el éxito arrollador de Kelly con su programa de entrevistas, es reclamada para ir a Hollywood.

La familia Bundy viaja hasta Hollywood para asistir al debut de Kelly como presentadora de su propio show. Pero cuando los responsables de la cadena ven el contenido del programa deciden cancelarlo y los Bundy regresan a Chicago.

Los problemas económicos obligan a Al a pluriemplearse trabajando como ayudante de un detective privado. En su primera investigación se verá involucrado en un misterioso caso de asesinato. Tras resolverlo, Al se despierta y descubre que todo ha sido un sueño, incluso el embarazo de Peggy y Marcy.

Peggy descubre que Al tiene una admiradora y decide obligar a Kelly y Bud a espiar a su padre, ya que cree que su marido la está engañando.

Al está preocupado porque no tiene posesiones materiales que legar a su familia cuando él muera.

Bud se siente atraído por una chica. Para captar su atención, finge ser una persona distinta. Los problemas aparecen cuando ella le propone que practiquen distintos deportes de riesgo extremo.

Con motivo de la celebración de la Super Bowl, Al es elegido para representar a las viejas glorias del deporte. Las cosas se complican cuando Al es knockeado por otros jugadores.

Para celebrar su dieciocho cumpleaños, Al lleva a Bud a un local de streep-tease para seguir la tradición de los Bundy. Mientras Peggy le prepara una fiesta en casa con un payaso y un ponny.

Steve vuelve con la sana intención de recuperar a Marcy y darle una sorpresa, y la sorpresa se la lleva él.

Bud gana el premio de una cena con Antrax en la propia casa, y no se le ocurre mejor idea para aljar a sus padres que enviarles a un viaje gratuito organizado por una inmobiliaria.

Al se dedica al mundo de la adivinación logrando ponerse a la cabeza de los clarividentes de la ciudad. Su éxito irrita de tal forma que es amenazado con una maldición para él y su familia.

Bud se siente celoso cuando Kelly recibe una invitación de un selecto club de genios para asistir a una de sus fiestas. Decide seguirla y entonces descubre que se trata de una cruel broma para reírse de ella.

La profesora de inglés de Bud logra desconcertarle cuando le pide que salga con ella. Mientras tanto, Peggy está pasando un fuerte resfriado sin que su familia muestre el más mínimo interés por su estado.

Tras el cierre de la escuela de modelos a la que asistía Kelly, ésta decide buscarse un empleo. Encuentra trabajo en un parque de atracciones, diciendo adiós a los clientes.

Al convence al resto de la familia Bundy para pasar un día todos juntos. Deciden salir de excursión, pero las cosas se complican cuando el coche se queda sin gasolina y Al tienen que quedarse a trabajar en la gasolinera al no tener dinero para pagar el carburante.

Los habitantes de un pequeño pueblecito de Inglaterra han vivido durante los últimos años bajo el hechizo de un antepasado de los Bundy. Ahora los habitantes del pueblo desean vengarse de sus descendientes y deciden invitar a Al y su familia mediante engaño, a viajar a Inglaterra hasta el pueblo de sus antepasados.

Al y su familia viajan engañados hasta un pueblecito inglés donde sus habitantes les esperan para vengarse de ellos por un hechizo que un antepasado de los Bundy lanzó sobre la población.

Los Bundy consiguen finalmente escapar de los habitantes del pequeño pueblo inglés pero sólo para acabar en otro pueblo donde también desean vengarse de ellos.

Los pueblerinos primos de Peggy, Zemus e Ida Mae, llegan de visita acompañados de su hijo de cinco años, Siete. Después, huyen de Chicago abandonando al chaval.

Kelly tiene que caminar sola por un sendero hasta casa, después de haber abandonado a su novio en el bosque. Mientras tanto, Al y Peg tratan de hablar sobre su boda, pero no llegan a ninguna conclusión. Por su parte, Bud invita a una chica para salir.

Seven no recuerda qué día es su cumpleaños, de modo que Peggy escoge uno al azar. Al se queja ya que el día elegido es el del suyo propio, que lleva años manteniendo en secreto.

Peggy necesita dinero para pagar a los médicos que atienden a Seven, así que ordena a su marido que busque un segundo empleo. Al encuentra trabajo en un 'top less' donde comienza a trabajar hasta que Peggy se entera y le pide que lo deje por temor a perderle.

Peg se compra un camisón sexy para conseguir excitar a Al, pero no tiene éxito. Intenta nuevos métodos de seducción, pero él sigue sin mostrarse interesado. Entonces Peggy se queja a Al de que nunca hacen el amor y le pide que la acompañe a comprar ropa interior sexy.

Bud desea conocer a alguna mujer. Para ello decide crear una fraternidad con la idea de atraer a chicas, pero el plan resulta un fracaso al apuntarse únicamente tres hombres maduros y perdedores.

Al está indignado con las nuevas medidas políticas, en especial con aquella que incluye un aumento en el precio de la cerveza. Este hecho es determinante para que tome la decisión de votar en las próximas elecciones.

Tras verse obligado a vender una dosis doble de sangre para pagar unas facturas, Al insiste en que ya sería hora de que alguien más de la familia empezara a trabajar. Kelly toma entonces la decisión de irse de casa y buscarse la vida.

Al se está esforzando al máximo en el trabajo, quiere ganar a toda costa el primer puesto de vendedores de zapatos de Chicago para conseguir el premio consistente en un único billete de avión en primera clase para Hawai.

La muerte de su actor favorito deja a Al sumido en la tristeza. Preocupado y afligido, expresa su deseo de ser enterrado junto al actor cuando le llegue la hora, algo que contrará con la rotunda oposición de Peggy.

Bud recibe una beca de 25.000 dólares para estudiar en la universidad de Trumaine. Pero cuando descubren el origen del dinero es demasiado tarde: Al y Peggy ya se lo han gastado pensando que había sido un error del banco.

Es Navidad y Al se encuentra sentado en la barra de un bar confesándole al camarero cómo su mujer y sus hijos le obligan a trabajar horas extras para conseguir dinero con el que comprarles regalos de Navidad.

Los Bundy se preparan para asistir a la boda de un primo suyo. Mientras Peggy decide qué ponerse, Bud intenta ligar con alguna de las chicas que asisten a la boda. Finalmente lo consigue, con la propia novia.

Al desea irse a pescar y planea una semana en la montaña pescando solo. Pero cuando Peggy se entera decide apuntarse e invitar a Marcy, que se ha enfadado con Jefferson al descubrir que está utilizando sus tarjetas de crédito para pagar comidas caras.

Kelly quiere recuperar su juventud y decide comprarse una moto. Pero pronto la moto se convertirá en motivo de disputa entre Peggy y Kelly, que se pelearán por ella hasta que una tormenta les recuerda la comodidad de un coche.

Peggy decide escribir para una revista femenina donde caricaturiza a su marido. Pronto, Al es reconocido en la calle y es propuesto para posar en la revista "Playgirl".

Llega el sábado por la noche y Bud sigue sin conseguir una cita. Desesperado, participa en un concurso para freaks y perdedores en el que el premio es una cita con una linda muchacha.

Seven le pide a Peggy que le cuente un cuento para dormir. Ésta le lee una novela romántica sobre piratas y se imagina al reparto habitual de "Matrimonio con hijos" como protagonistas.

Al va al cine y la cajera le hace un descuento de tercera edad en la entrada. Tras consultar con su familia y confirmar que, efectivamente, cualquiera diría que tiene 65 años, se deprime.

Al pilla a un ladrón en su propia casa y le golpea. Todos los vecinos piensan que es un héroe, sin embargo, las cosas cambian cuando el ladrón le demanda.

Los Bundy olvidan el cumpleaños de Kelly, recordándoselo Frank, su novio. Al invita a la familia al cine, donde Kelly ve a Frank un par de filas más adelante... ¡con otra chica!

Al descubre que es el hazmerreír de la ciudad debido al poco entusiasmo con el que afronta sus deberes conyugales. ¡Incluso en los programas de televisión no se habla de otra cosa!

Al recibe una oferta de dinero a cambio de jubilarse anticipadamente. Él decide comprar la zapatería, pero llega demasiado tarde y finalmente termina trabajando para el mismo dueño.

El viejo coche de Al ha sido robado. En la demanda, reclama a la casa de seguros una gran cantidad de dinero argumentando que en el interior del coche tenía cosas muy valiosas.

Cuando Kelly anuncia que el primo Jimmy ha jurado matar al hombre que se acostó con su prometida el mismo día de su boda, Bud teme que alguien vaya a identificarle finalmente.

Al ve en la televisión a una antigua novia ahora famosa y rica. Su familia no le cree, pero ésta aparece por sorpresa, confirma su historia y afirma que nadie le ha satisfecho como Al.

Al consigue entradas para un partido de basket benéfico al que acude acompañado de Peggy. Kelly, por su parte, se apunta a la expedición para intentar ligarse a Vlade Divac.

Al se entera de que una antigua novia que ahora regenta una tienda de refrescos está teniendo problemas con una panda de jóvenes maleantes. Por eso, Al reúne a su vieja banda para restablecer la paz.

Con la llegada del otoño, Bud se prepara para dar con una nueva imagen que le permita ligar de una vez por todas. En su propósito recibirá la inesperada ayuda de su imaginario alter ego.

El horóscopo de Al predice una racha de buena suerte. Cuando se cumple, Al se aterroriza, pues la maldición de los Bundy afirma que todo golpe de buena suerte precede a enormes calamides.

Los jefes de Marcy le piden que comunique los malos resultados del banco a los accionistas. Ésta busca la ayuda de un psiquiatra, quien le da un consejo con insospechadas consecuencias.

Kelly y Bud se compran un coche de segunda mano a medias. Esa misma noche ambos tienen una cita en el cine al descubierto y no se ponen de acuerdo sobre cuál de los dos disfrutará de él.

Marcy monta una fiesta de Halloween para mujeres homicidas con la participación del grupo Village People. Cuando éstos no aparecen, Jeff, Peggy, Bud y Kelly les sustituyen.

Al necesita un ayudante en la zapatería y contrata a un chaval que le recuerda a él mismo cuando era joven. El chico está muy ilusionado porque va a casarse próximamente. Al, que siente aprecio por el joven, no quiere que cometa el mismo error que él.

Cuando Al descubre que su bolera favorita ha declarado las noches de los jueves "sólo para mujeres" monta una organización a favor de la reconquista de los derechos del macho americano.

Peggy y Marcy quieren ir al teatro a ver una obra horrenda que se estrena el mismo día que inauguran un nuevo bar dedicado en exclusiva a los deportes, al que Al y Jefferon desean ir.

Cansado de que lo ignoren, Buck, el perro de los Bundy, decide irse de casa para despertar cierto interés en la familia. Pero lo que comienza siendo una manera de llamar la atención se convierte en una pesadilla: pronto es capturado y llevado a la perrera.

Al lucha por permanecer sedado después de su circuncisión accidental.

Los Darcy organizan una fiesta de Nochebuena a la que no invitan a Al, por lo que Peggy y los Darcy pasan la velada disimulando para que Al no adivine lo que ocurre en casa de los vecinos.

Al y Peggy se van de viaje y Bud y Kelly se disputan la casa para sus aventuras románticas. Kelly consigue salirse con la suya e invita a casa a su novio. Sin embargo, un accidente desafortunado hará que el chico incendie el sofá favorito de sus padres.

Peggy se hace una foto a tamaño natural en ropa interior como regalo de cumpleaños para Al. Éste la lleva a la zapatería, pero se pone celoso de la admiración que despierta entre sus clientes. Además, el fotógrafo utiliza la foto para hacer un gran cartel publicitario.

Jefferson se come una manzana del manzano de Al afirmando que la rama pasaba por encima de su valla. Este incidente inicia una guerra territorial entre los Bundy y los Darcy.

Kelly encuentra una carta de San Valentín que prometió entregar a su hermano ¡hace seis años! Al leerla, Bud descubre que era de una compañera de clase que ahora es una estrella del pop.

El viejo Dodge de Al está a punto de superar el millón de millas. Dodge quiere hacer un anuncio mostrando la resistencia de sus coches y le ofrece a Al cambiarlo por un deportivo nuevo.

Al se entera de que van a levantar una fábrica de coches sobre el campo de rugby de su antiguo instituto, en el que consiguió la gloria deportiva. Ni corto ni perezoso, decide encadenarse para impedirlo.

Un tal Walter Traugott llega a Chicago en busca de Jefferson, quien confiesa que trabajó en la CIA. Traugott afirma que Jefferson es un espía y ofrece a Al 50.000$ por su captura.

Para ganar 10.000$ en un concurso, Peggy debe convencer a Al para que llegue a casa y le haga el amor en menos de una hora. Sin embargo, no va a ser tarea fácil, ya que hoy está siendo un día muy duro en la zapatería.

Al aparece en un anuncio ecologista convirtiéndose de la noche a la mañana en el ídolo de "los verdes". Pero, al mismo tiempo, la empresa más contaminante de Chicago acaba de darle un trabajo a Kelly.

El jefe de Al amenaza con quitarle su plaza de aparcamiento si vuelve a ser descortés con una sóla clienta más. Marcy se entera y acude a la zapatería intentando enredarle en una discusión.

Esta noche es una de esas raras ocasiones en la que emiten la película favorita de Al. Esta vez está más que decidido a no perdérsela. Sin embargo, los imprevistos empiezan a sucederse.

Jefferson apuesta una enorme suma de dinero en un partido de fútbol americano universitario. Pero la estrella del equipo conoce a Kelly y se salta todos los entrenamientoss para quedar con ella.

La tele de los Bundy se ha roto. Para ganar dinero con el que comprar otra Al quiere presentarse a un concurso sobre preguntas deportivas, pero es rechazado porque le falta atractivo. Por ese motivo, Al adiestra a Kelly enseñándole todo lo que sabe sobre deportes.

Al y Jefferson descubren una falsa pared en la zapatería tras la que se oculta un almacén lleno de zapatos de los años 70. Gracias a la moda retro los venden por una fortuna.

Al descubre que su carnet de conducir hace tiempo que expiró y debe examinarse para renovarlo. Tras suspender tres veces seguidas, el destino de su carnet cae en manos de Bud.

Kelly es contratada para posar en un anuncio de cervezas, pero una espinilla caprichosa pone en peligro su trabajo. Para eliminarla está dispuesta a usar una peligrosa poción familiar.

Bud está estudiando para intentar conseguir una beca para Oxford, pero no consigue concentrarse debido al bullicio de su casa. Sin embargo, la peor distracción es Amber, la sobrina de Marcy.

Al pide a una clienta que se marche de la zapatería al verla amamantando a su hijo. Pronto, el grupo feminista de Marcy organiza manifestaciones frente al centro comercial.

Al y sus socios a favor de la liberación del macho americano llevan encerrados una semana en la tienda rodeados de manifestantes feministas. El dueño amenaza con presentarse allí.

Bud no está contento con el servicio a la comunidad que se le ha asignado: aconsejar a muchachas vírgenes que están cayendo en la tentación. Mientras, Al y Peggy visitan el videoclub.

Jefferson compra una vieja muñeca para Marcy. Al descubrir que es un valioso ejemplar intenta venderlo y convence a Al para que le suplante una noche y que Marcy no note su ausencia.

Kelly va a una entrevista para aparecer una sitcom y le cuenta a su entrevistador sobre su familia. El hombre queda tan alucinado que decide adaptar el show a la familia. La sitcom se ríe de los miembros de la familia, quienes se sienten como marionetas.

La escuela secundaria de Al juega un partido de fútbol americano contra la escuela rival.

El equipo nacional de la liga de béisbol estadounidense se pone en huelga. Ante tal situación, el grupo de Al decide crear su propia liga, patrocinada por bares de estriptis.

Al se prepara para ver su programa favorito "Psico-Papá", cuando de repente se cancela debido a los esfuerzos de Marcy. Al, secundado por sus amigos, organiza una manifestación de protesta.

Tras la renuncia oficial del protagonista de "Psico Papa", Al y sus amigos de "Mujeres No", deciden ir hasta Washington para protestar.

Las mujeres quieren saber por qué sus maridos quieren ir a un club de 'streep-tease', así que deciden ir con ellos. Kelly, por su parte, intenta conseguir un papel en un anuncio para perder peso.

Kelly es seleccionada para aparecer en un anuncio y está muy ilusionada con esta oportunidad. Sólo hay una pega: necesita aprender a tirar con arco para poder hacerlo, por lo que debe ponerse manos a la obra y aprender de inmediato.

De camino a Wanker County, los Bundy deciden parar en el lavado de coches, pero allí se encontrarán con alguna sorpresa. Por un lado, Al es incapaz de encontrar su propio coche, mientras que, por su parte, Marcy se encuentra otra vez con Steve.

Al compra un collar para Peggy como regalo de aniversario. Buck lo confunde con un hueso y lo esconde en el jardín.

Peggy gana en un concurso un billete de 1ª clase para un crucero al Caribe, pero lo cambia por cuatro billetes económicos para poder ir con Al y sus vecinos.

Lo que debía ser un viaje tranquilo y relajante se convierte en tragedia. Tras el naufragio del barco, los Bunny y sus vecinos se encuentran a la deriva en una balsa. Junto a ellos, se salva también un comediante que consigue agobiarles más con sus malos chistes.

Kelly asiste a una escuela de actores que dirige Larry Storke, un productor muy conocido de dudosa fama, pero al que Al profesa gran admiración.

Peggy se apunta a un campeonato de bingo y acaba ganando diez mil dólares. Al, por su parte, reúne a su grupo "Mujeres no" para elegir una cerveza oficial con la que se identifiquen.

Mientras Al y sus amigos intentan averiguar lo que hace un interruptor de luz en la casa Bundy, Bud experimenta sexo cibernético... con Amber.

Al y Kelly hacen una película sobre zapatos y contra todo pronóstico obtienen un premio de la Federación Nacional del Arte.

Bud rivaliza con un fornido jugador de baloncesto por una chica. Ella no sabe por quien decidirse, pero cuando lo hace, la discusión con los dos chicos sale a las ondas a través de una emisora de radio.

Al no puede más. Ha presentado una demanda en la que alega que le dan miedo los zapatos, y debe estar una semana sin usar calzado. Esto le resulta imposible cuando le surge un campeonato de bolos.

Kelly tiene un admirador misterioso que le manda valiosos regalos. Cuando se da a conocer, Kelly se lleva una decepción al ver que es un niño consentido que además le hace chantaje.

Al está emocionado cuando Bud decide mudarse, pero un poco decepcionado cuando Bud regresa al sótano, y aún más horrorizado cuando la madre de Peg viene a vivir con ellos después de separarse del padre de Peg.

Al se las apaña para que abran un estudio de aeróbic junto a la tienda de zapatos.

Kelly está muy afectada por la muerte de Buck. Marcy organiza una sesión de espiritismo para que Kelly pueda contactar con Buck.

La noticia de que la Iglesia no paga impuestos le hace pensar a Al en convertir su grupo de amigos "Mujeres no" en una Iglesia, erigiéndose él reverendo.

Kelly pasa unos días en una laboratorio químico para meterse en el papel de Mme. Curie que tiene que representar. Durante ese tiempo experimenta y crea un poderoso crece pelo. Al lo considera un gran negocio hasta que comprueba los efectos secundarios.

Peggy es considerada como una heroína al detener a un carterista, mientras Al sufre el escarnio público.

Bud se convierte en el luchador King Kong Bundy como parte de su iniciación en su grupo para hombres.

La fiesta de exalumnos de Kelly se convierte en el escenario de la venganza de un antiguo pardillo.

La reserva que tenían Al y Jeff en un hotel, es rechazada en favor de una conocida actriz, que además se permite tratarles mal. Fortuitamente, Al consigue una foto de la actriz en una sáuna y decide cobrarse la afrenta, subastando la foto.

Marcy es la encargada de encontrar al mejor marcador del Instituto de Al, ya que el banco donde trabaja ha decidido hacer una donación al equipo. Al enterarse, éste no duda en prodigar todo tipo de elogios, recordando lo maravillosa que puede ser Marcy.

Cansado de aguantar a la madre de Peggy, Al trata de buscar una solución para que vuelva a su casa con su marido. La única manera de conseguirlo es cazar a un oso.

Peggy lleva a Al y a sus padres a un retiro para hacer terapia matrimonial.

Al descubre que la mujer que contesta en una linea caliente es su suegra. El problema surge cuando un amigo se ha enganchado y quiere salir con ella.

Bud se ha convertido en representante artístico de Kelly. Para promocionarla produce un vídeo y le pide un préstamo a un mafioso.

Kelly y Rafael se disputan el protagonismo del vídeo y Bud no da con la solución para poder realizarlo. Los mafiosos no dejan de presionarle.

Al no puede ganar a su competidor en los negocios. Para vengarse de él hace que Bud compita con su hijo en un proyecto de la facultad.

Jeff se hace un tatuaje para dar una sorpresa a Marcy en el día de su aniversario, y realmente lo consigue porque cometen un error y le ponen el nombre de otra mujer.

Mientras que Kelly y sus amigas engañan a la fraternidad de Bud en sus vacaciones de primavera en Florida, Al y Griff se unen a Jefferson en Fort Lauderdale para juzgar un concurso mixto de belleza de la universidad.

Mientras que Al se llena de orgullo de ver que nombran a Kelly "Miss Vacaciones de Primavera", Marcy y Bud llevan a Florida a algunos hermanos escarmentados de la fraternidad para que se venguen.

Para asegurarse un buen ascenso en el banco, Marcy tiene que comprarle primero a su jefe japonés el coche de Al.

Bud y Kelly sugieren que lo mejor para Lucky sería tener una caseta. Al propone que sea un proyecto común de familia la construcción de la caseta. A la hora de la verdad se encuentra solo.

Kelly sale con un chico que ha roto con su pareja y ésta lo hace con un hombre mayor que ella con altos recursos económicos. Casualmente, los cuatro coinciden en un restaurante y las escenas de celos se suceden constantemente.

Bud utiliza la biblioteca sin permiso, lo que pone en peligro su graduación.

Kelly y Jeff obtienen un gran éxito tras formar pareja en un anuncio de café. Marcy no lleva muy bien este hecho ya que la popularidad conseguida por Jeff atrae a numerosas mujeres.

Al se vale de su amigo Griff para competir en un concurso radiofónico. La emisora deportiva regala la posibilidad de ser uno de los relevos de la antorcha olímpica. El problema es que Al no puede concursar, porque está vedado por la emisora. Griff, sorprendentemente, gana, pero se olvida de compartir la gloria con Al.

Al y Jefferson compiten por el título de Rey de las bromas pesadas.

Un tornado amenaza Chicago y Bud corre riesgos innecesarios intentando satisfacer a su novia, que se excita enormemente en situaciones de riesgo. Al y Griff son llevados por los aires y Kelly se pierde en la tormenta buscando a Lucky.

Al y Griff están esperando un aumento, sin embargo Gary, su jefe, les dice que sólo podrá pagarle más a uno delos dos: el que resulte vencedor en un torneo de ventas. Al decide recurrir al chantaje.

Bud consigue para su hermana un jugoso contrato como modelo en los anuncios del Aceite de Oliva Extra Extra Virgen tras asegurarle a la monja responsable de la contratación que es virgen y muy casta; Kelly tendrá que renunciar al sexo.

El coche de Al está a punto de morir definitivamente. Un especialista le dice que el único modo de salvarlo es cambiando el sistema de inyección, pero los recambios no sólo son caros sino también difíciles de encontrar.

Al sigue de luto tras haber enterrado su viejo Dodge en el jardín de casa. Mientras Peggy intenta desenterrarlo a escondidas para vender el motor a un coleccionista, Jefferson viaja a Cuba para visitar a su viejo amigo Fidel Castro.

Al se dirige al restaurante Tía Maddie para disfrutar su plato favorito de Acción de Gracias, el pastel dulce de patata. Pero la tía Maddie acaba de fallecer dejándole su último pastel a su sobrino James Brown.

Los Bundy se marchan de vacaciones a la nueva capital del country, Branson, Missouri, pero tras gastarse Peggy todo el dinero en bagatelas se ven obligados a montar un grupo musical, The Juggs, para poder pagar la cuenta del hotel.

Al y Griff son despedidos fulminantemente de la zapatería. Al no se atreve a confesárselo a Peg y acepta un trabajo como conductor de un tren navideño para críos. Griff es contratado como reno para el Papa Noel del centro comercial.

Al se burla de una de sus clientas más bien obesa y recibe su merecido al regresar ésta acompañada de una docena de amigas no menos fornidas que le encierran en la zapatería para someterle a juicio por grosero.

Peggy se da un golpe en la cabeza y pierde la memoria. Al aprovecha para "reeducarla" y convertirla en su ama de casa ejemplar, que disfruta cocinando y limpiando y que le deja ver tranquilamente los programas de wrestling.

Bud pasa por la zapatería para charlar con su padre y se encuentra a Gary, su jefa, quien inmediatamente se enamora de él. Al y Griff intentan aprovechar el gancho del muchacho para mejorar su situación laboral.

Al pretende cobrarle a Bud un alquiler por vivir en el sótano, por lo que éste le denuncia a sanidad. Un inspector condena a Al a no salir del sótano hasta que haga todas las mejoras necesarias para convertirlo en habitable.

En plena huelga de basureros Al y Griff deciden seguir los pasos de Jefferson y alistarse en la Guardia Nacional. Sin embargo, el entrenamiento es demasiado duro y la situación causada por la huelga demasiado tensa para ellos.

En el transcurso de un juego de tablero, Al y Peggy descubren que apenas saben nada el uno del otro. Cuando Al admite que no recuerda cuándo fue la primera vez que hicieron el amor, Peg le envía a dormir a la caseta de Lucky.

Tras su desastrosa visita al consejero matrimonial, Al decide romper con Peggy y se marcha a vivir a un edificio para solteros junto al aeropuerto. Es hora de que ambos empiecen una nueva vida... en el mismo bar para solteros.

A pesar de que la vida de soltero no es tal como Al la imaginaba, la de Peggy va viento en popa. De hecho, acaba de conocer a un amigo rico de Marcy y Jefferson que parece estar dispuesto a llevarla hasta el altar.

Al anuncia que tiene que participar como jurado en el proceso de selección de nuevas strippers para su club. Allí se enamora de la sensual Jasmine, ignorando que se trata de su propia esposa que se ha animado a participar.

Bud consigue un nuevo trabajo para Kelly, como actriz en un célebre programa infantil. Cuando el presentador del mismo tiene una crisis y se pelea con su marioneta, Kelly le sustituye y se convierte en una estrella del entretenimiento.

Jefferson está a punto de cumplir los cuarenta y teme que Marcy pueda abandonarle por alguien más joven. Por su parte, Peggy intenta superar su adición a las compras después de que Al le haya confiscado todas sus tarjetas.

Mandy, una prima de Marcy idéntica a ella en todo detalle menos en su personalidad, llega de vacaciones a Chicago y conquista a Al y a Jefferson con su amabilidad, despertando los celos de Peggy y Marcy.

Cuando Al afirma en voz alta que vendería su alma a cambio de poder jugar en los Chicago Bears, Satán se presenta frente a él para ofrecerle un jugoso trato. Pese a su inicial escepticismo, Al pronto cumple su sueño.

Bud lleva meses escribiéndose con una presa llamada Starla. Cuando ésta sale del penal, acude a casa de los Bundy en compañía de su novio para robar todas las riquezas de las que Bud le hablaba en sus cartas.

Lonnie, el novio de Starla, que se enamoró de Kelly mientras tenía a los Bundy como rehenes, regresa para pedir su mano. Al se opone, hasta que se entera de que es el único heredero de una familia de industriales multimillonarios.

Gary anuncia que quiere renovar el stock de la zapatería y les encarga a Al y a Griff que donen todos los viejos zapatos a la caridad. Sin embargo, Al diseña un complejo sistema para cambiarlos por una máquina de masajes.