Doctor Mateo: Lista de episodios

El Doctor Mateo fue un exitoso cirujano en Nueva York, hasta que tuvo que dejar de operar. Recondujo su carrera y se hizo médico en el pueblo asturiano de San Martín del Sella, donde había pasado sus vacaciones siendo niño y adolescente. Al llegar, inmediatamente se da cuenta que no es suficiente saber mucha medicina para ejercerla en San Martín del Sella: además, tiene que ser amable; considerado; saber escuchar... etc, es decir, lo opuesto a su terca y sobria personalidad. La llegada es accidentada, ya que Mateo no se corta a la hora de opinar sobre la manera de funcionar de los lugareños. Un aniversario de boda -donde tendrá que aclarar médicamente si la mujer del rico del pueblo le pone los cuernos o no-, será su primer caso médico... mientras se encuentra con una tía que le cuida y una profesora que le hace plantearse quedarse para siempre allí.


Mateo debe hacer frente a un vecino excéntrico que da mucha guerra, incluso hasta el punto de poner en peligro la integridad física de todos. El problema es que el pueblo apoya a este vecino en sus extravagancias, por lo que Mateo se las va a ver y desear para hacer que las cosas vuelvan a la normalidad. Llega al pueblo un viejo amor de tía Juana, lo que obliga a Mateo enfrentarse a un dilema moral: si le dice la verdad, le rompe el corazón; y si le miente, la verá sufrir sin necesidad. No tiene claro qué hacer, ya que sabe que, de todas maneras, va a pasar un mal momento. Por si esto no fuese suficiente, a Mateo le surge un rival en su anhelo de acercarse a Adriana, lo que le hará actuar influenciado por los celos y preguntarse si debe dar un paso hacia ella, o retirarse antes de dar la batalla, como es su costumbre con las mujeres. Tía Juana, en cambio, lo tiene claro: debe luchar por ella.

Julia, una atractiva y joven bibliotecaria a la que nadie conoce, llega al pueblo para hacerse cargo de la biblioteca del colegio. Alfredo, el policía, queda inmediatamente prendado de su belleza, y se dedica a atender cualquier necesidad que la joven pueda tener. Ella mantiene una actitud de dejarse querer, lo que atrae las miradas y deseos de varios habitantes masculinos de San Martín del Sella, en especial de Riqui, que empelará todo su atractivo, juventud y energía para enamorarla. Adriana da un paso adelante, e invita a Mateo a cenar. Él acepta, aunque le advierte que no bebe alcohol, y que es muy difícil de contentar por vía culinaria, ya que está acostumbrado a mesas de alto nivel. La profesora pasa por alto sus inadecuados comentarios y le pide que en la cena disfrute como una persona normal y que no critique su comida, aunque no haya Dios que se la pueda comer. Pero Mateo, fiel a su personalidad, no acudirá a la cita.

Mateo, ya harto de cómo se le trata y de la manera de ser de los habitantes de San Martín del Sella, insiste en su idea de marcharse del pueblo. Para él no hay motivos para quedarse, y mucho menos tras fracasar en el acercamiento a Adriana. Marga, su secretaria, tiene un problema doméstico, por lo que ve en la marcha del doctor una oportunidad para ocupar su casa, y se instala cómodamente. Adriana va a visitar a Mateo y la encuentra en una situación muy informal, por lo que concluye que Mateo y ella están liados. Camino al tren con su tía Juana, Mateo se encuentra con Dani -un arquitecto y antiguo novio de Adriana-, que viene al pueblo para ingresar a Almudena, su madre, en una residencia geriátrica. Dani ha tenido un pequeño accidente en el coche, y está levemente herido. Juana, que conoce a su sobrino, le cuenta la historia, poniendo énfasis en que lo de Dani y Adriana no está acabado... y le aconseja luchar por la mujer que quiere.

Adriana se postula para el cargo de directora del colegio, y la elección no se ve nada fácil: la otra candidata tiene más experiencia y más títulos en su currículum. Mateo es parte del consejo que debe decidir entre una u otra. Cuando se insinúa por el pueblo que Mateo la va a ayudar, ambos lo niegan rotundamente: ella por amor propio; y él por su estricta moralidad, que le impide participar de injustos favoritismos. Se detecta una infección en la piel de un alumno del colegio, y la orden de Mateo es perentoria: no debe asistir a clases, ya que hay peligro de contagiar a todos los alumnos, y con ellos a sus madres y familias... de desatar una epidemia, en pocas palabras. Adriana, mientras tanto avanza en su relación con Dani: todo parece indicar que la pareja se afianza, aunque es él quien pone más ganas que ella, que se deja querer sin oponer resistencia. Mateo mira este avance con celos pero, de momento, no hace nada para impedirlo.















































