James y Oliver Phelps desafían a los pasteleros a crear una obra de arte de 60 centímetros de altura que comparta su amor por Harry Potter.

Los equipos de repostería hacen tartas de medio metro de altura inspiradas en el vestíbulo principal, los túneles y las bóvedas del Banco Gringotts.

En un homenaje al Callejón Diagón, piden a los equipos de repostería que elaboren 50 postres para alimentar a una multitud de fans de Harry Potter.

Inspirándose en el Bosque Prohibido, James y Oliver Phelps desafían a los equipos a crear una obra de arte de 1 metro de altura.

En las semifinales, deberán crear una obra de arte de 1,2 metros de altura inspirada en objetos del despacho de Albus Dumbledore.

Para el enfrentamiento final en el ilustre Gran Salón, James y Oliver Phelps desafían a los pasteleros a elaborar tartas de 2 metros de altura.