Chris y su familia se trasladan a un nuevo barrio y sus padres le envían a un colegio de blancos de clase media a dos horas de su casa. A sus trece años tiene que intentar encajar en este centro en el que es el único negro. Además, un matón le hará la vida imposible en un barrio en el que los delincuentes acampan a sus anchas.

Chris está enamorado de su vecina Keisha y la ve en todas partes, lo que le ocasiona más de un lío. Cuando su madre, Rochelle, decide contratarla para darle clases de mates a su hermano pequeño Drew, éste decide aprovechar el momento para impresionarla. Pero las cosas no saldrán como esperaba y alguien más tiene las mismas intenciones que él. Mientras su padre, Julius, se encuentra en una difícil situación ya que le atrae otra mujer.

Los padres de Chris quieren alquilar una de las habitaciones, pero encontrar un buen inquilino será una tarea casi imposible. Mientras, Chris siente que no encaja en ninguno de los grupos de su colegio, ni en los empollones, ni en los folloneros, ni siquiera en los deportistas. Aunque, su suerte cambia y durante unos gloriosos días será un chico popular.

Los padres de Chris no están en su mejor momento económico y la carne es demasiado cara, así que, Julius decide comprar una caja de salchichas robadas, para así poder comer carne. Son tantas que para aprovecharlas tendrán que comérselas en cada almuerzo y cena, durante más de una semana. Para que esta cruz sea menos pesada, Rochelle decide cocinarlas de todas las maneras inimaginables.

Chris hace caso omiso de las advertencias de su padre y saca la bicicleta nueva, que le regalaron por su cumpleaños, para dar una vuelta por su barrio. Uno de sus vecinos, llamado Mike, le gusta tanto su bici que le pide permiso para montarse en ella, pero sin previo aviso en vez de devolvérsela sale huyendo con ella. Mientras, Julios y sus compañeros están en huelga, así que, para ocupar el tiempo libre decide hacer alguna que otra tarea en la casa. Y, aunque parezca mentira, a Rochelle esto de que le quiten quehaceres de la casa, le sienta bastante mal.

Es Halloween y Chris siente que ya es mayor para ir de puerta en puerta pidiendo caramelos. Lo que realmente quiere es ir a una fiesta en la sabe que Keisha va a estar e intentar otra vez impresionarla. Mientras, en su escuela esta fiesta ha provocado un desmadre entre los alumnos y las bromas son el primer plato del día.

Los padres de Chris salen a cenar fuera, cosa que no hacían desde hace bastante tiempo, por eso Julius quiere que todo salga perfecto. Contratan a una canguro, pero en vez de cuidarlos se ocupa durante toda la noche de sus asuntos personales. Mientras la cena de Rochelle y Julius no está saliendo como esperaban.

Julius y Rochelle han ido a comprar una nueva televisión que está de oferta. Mientras, Chris y sus hermanos tendrán que pasar la mañana del sábado en la lavandería. Las cosas se complican cuando Tonya decide irse por su cuenta tras discutir con Chris.

Julius encuentra 200 dólares en vales de comida, pero a Rochelle le da demasiada vergüenza que Sheila los vea. Lo que hace es recurrir a los ahorros familiares cuando está en la tienda. El problema llega cuando Julius decide compartir sus ideas sobre cómo gastar lo que han ahorrado con los vales.

La amistad entre Chris y Greg va viento en popa, hasta tal punto que pasan las tardes jugando a los videojuegos sin permiso de sus padres. Cuando se enteran, la tensión crece en el ambiente y tanto el padre de Grey, como los de Chris deciden castigarles. Mientras, en casa de los Rock, Tonya echa de menos a Chris por las tardes, puesto que ya no le puede culpar de todas sus travesuras y por primera vez su madre la regaña por ello.

Es Navidad y la familia Rock se prepara para las fiestas. Mientras que Tonya y Drew escriben sus cartas a Santa Clause, Chris decide que es mayor para hacerlo y utiliza otros métodos para que sus padres sepan lo que quiere. Pero estas fiestas no serán como siempre para Tonya y perderá la ilusión cuando descubre una mentira hecha por sus padres. En cuanto al colegio de Chris, la caridad inunda sus aulas y una de sus profesoras organiza una colecta de comida para los más necesitados.

Chris quiere ser popular y ligar con chicas, y ha descubierto la mejor manera de conseguirlo: tener una chupa de cuero. El problema es que no tiene el dinero suficiente para comprarse una y sus padres no se lo piensan dar, así que decide buscar un trabajo para conseguirla. Mientras, Tonya y Drew juegan al juego a ver si te atreves, pero las cosas llegan a un punto que se convierten en peligrosas.

Chris quiere salir bien en la foto del colegio y para eso necesita ropa nueva. Decide pedírselo a su madre quien hará todo lo posible para conseguir el dinero y comprársela. Aunque no todo saldrá como esperaba y su nueva ropa levanta envidias y le mete en problemas. Mientras Drey y Tonya no paran de incordiarse el uno al otro.

Es el día de San Valentín y todo el mundo intercambia tarjetas y regalos. Todos, menos Chris, que tan sólo recibe tarjetas bastante desagradables de Joey Caruso, el matón del colegio. Sin embargo Drew no para de recibir todo tipo de regalos de sus muchas admiradoras y Rochelle está harta de esta situación. Pero la gran sorpresa será cuando Tonya cuenta a sus padres que tiene novio y Julius se pone de los nervios ante esta revelación.

En casa de Chris hay que recortar gastos y se propone reducir el gasto en lotería. Lo que mejor se le da a Chris es jugar al videojuego Asteroids, nadie había sido capaz de ganarle hasta ahora, que un chico superó su puntuación. Chris recupera su liderazgo pero el chaval le propone jugar por dinero.

Para todos los niños las notas son un suplicio cuando son malas, Chris ha sacado un deficiente y no se lo ha dicho a sus padres. Para librarse de la bronca decide falsificarlas, pero la profesora llama a su casa para concertar una cita y hablar sobre las notas. Por otro lado, su padre tiene gota y no puede trabajar, como está en casa se ha enganchado al culebrón que ponen por la mañana en la tele.

El abuelo de Chris aparece por sorpresa y muere durante la cena. A partir de ese momento su madre empieza a comportarse de forma extraña y toda su familia se instala en su casa hasta después del funeral. Chris intenta poner la situación bajo control, pero no le resultará nada fácil.

Chris lleva ya un año en el instituto Corleone y sigue sin integrarse. Como no quiere seguir allí y su madre no quiere sacarle, ha decidido hacer que le expulsen. Julius ha conseguido un nuevo trabajo vendiendo pescado y su familia es incapaz de soportar el olor.

Chris se siente algo frustrado porque su hermano es mejor que él en todo. Para poder competir con él decide apuntarse a karate. Descubrirá que ni siquiera eso es suficiente para superar a su hermano pequeño.

Buscando pegamento, Chris descubre un número de la revista Playboy entre las herramientas de su padre. Decide llevarla al colegio y hace un gran negocio. En casa, cuando Julius descubre que su revista ha desaparecido, se vuelve loco buscándola para que Rochelle no la encuentre antes.

Chris tiene que conseguir dinero para pagar su viaje con el colegio, una forma de conseguirlo es vendiendo galletas. Mientras Julius se lamenta de haber mandado a Rochelle a Dreamgirls, Tonja y Drew tienen varicela.

Mientras Chris encuentra el regalo perfecto para su padre, Julius decide que le gustaría pasar el día del padre solo.

Cuando Keisha se muda, Chris la echa de menos pero pronto aparece una nueva chica en su vida, Yvette. Chris intenta probar una nueva táctica y pedirle salir. En el barrio, el índice de delincuencia ha aumentado mucho y Rochelle decide hacer caso a una nueva vecina, Louise, y organizar una patrulla vecinal.