Cuando la reservada alumna becada Ruby Bell se entera de un secreto escandaloso, se convierte en el objetivo del privilegiado y arrogante heredero millonario James Beaufort. En el elitista instituto Maxton Hall, ella está centrada en el sueño de su vida: estudiar en la Universidad de Oxford. Pero su plan correrá peligro con la aparición de James…

Tras el fracaso de la fiesta de bienvenida, Ruby se deja la piel para asegurarse de que todo salga perfecto en la próxima gala benéfica. Por eso no ve con buenos ojos que obliguen a James a formar parte del comité y que encima alaben sus ideas. Tras un inesperado intercambio acalorado entre los dos, es Ruby quien debe admitir que se ha pasado de la raya…

Ruby y James tienen un gran acercamiento en la tienda Beaufort en Londres. Pero un encuentro fortuito con los padres de James devuelve a Ruby a la realidad: ella no encaja en ese mundo. Cuando un póster de ella y James se convierte en la comidilla del instituto al día siguiente, le anuncia a James que quiere cortar lazos con él. Sin embargo, para James eso ya no es una opción.

Tras la fiesta en casa de Cyril, todo ha cambiado. Están circulando rumores, y los sentimientos de Ruby por James se desatan. Mortimer presiona a James y este se ve atrapado entre dos mundos completamente distintos. Pero, cuando la presentación de la nueva línea «Young Beaufort» cae el mismo día que la gala benéfica, James tendrá que tomar una decisión…

Todo lo que sube tiene que bajar. La gala benéfica es todo un éxito, la carta de recomendación es una realidad y Ruby y James por fin han tenido un acercamiento. Pero Mortimer los pilla en el peor momento posible. La tensión en casa de los Beaufort acaba con una dura amenaza de Mortimer: el futuro de Ruby corre peligro. Para protegerla, James tendrá que hacer lo impensable.

Por fin llegó el día: empiezan las entrevistas en Oxford y Ruby tiene su sueño al alcance de los dedos. Lo tiene todo controlado, hasta que le toca James de vecino: una distracción que no le viene nada bien. Los dos intentan evitarse, pero la tensión entre ambos no tarda en estallar…