El asesinato de una joven que ha aparecido mutilada y con un poema oculto en su boca, provoca que el visceral inspector Sancho inicie una investigación, justo cuando había pedido el traslado de Valladolid. Ni se imagina que Augusto, el hombre que busca, un joven enigmático de aspecto impecable, está en ese momento buscando a una mujer que parece estar vinculada con su oscuro pasado…

Armando Lopategui, alias “Carapocha”, un psicólogo experto en asesinos múltiples, se presenta en Valladolid para ayudar al inspector Sancho en sus pesquisas. Augusto ya ha encontrado a la mujer que buscaba: sólo él sabe qué quiere de ella. Por su parte, Sancho tiene que lidiar con dos problemas: un percance que sufre su madre y la difícil relación con Martina, la psicolingüista.

La aparición de un nuevo cadáver provoca el desasosiego en la ciudad. Ya no hay duda: un monstruo anda suelto en Valladolid. Un asesino que ha tenido un encuentro sexual con Violeta, una joven que ignora el peligro que corre. Mientras, una pista que les brinda la psicolingüista Martina, hace que por primera vez Sancho y Carapocha pisen los talones a Augusto…

Augusto lleva dos semanas sin cometer un nuevo crimen. Carapocha cree que el asesino ha cumplido su objetivo y no volverá a matar. Por eso Sancho decide irse a su nuevo destino en Madrid. La despedida de sus compañeros y sobre todo de Martina es muy complicada para él. Ni Sancho ni “Carapocha” sospechan que, en ese momento, Augusto tiene un plan maquiavélico…

Después de la última muerte y de que Augusto se le escapara una vez más, Sancho inicia un descenso a los infiernos. Sin embargo, una pista que la última víctima dejó antes de morir espolea la investigación del inspector. Carapocha se conjura para “detener” al asesino. Ajeno a estas amenazas, Augusto se siente a salvo. Aunque pronto descubrirá que su tranquilidad va a saltar por los aires…

Sancho ha sido apartado del caso, aunque con la complicidad de su equipo, el inspector no se rinde y sigue luchando para atrapar a Augusto. Una nueva pista revela una información que da un vuelco a la investigación. Por su parte, Carapocha tiene un as en la manga para echar el guante a Augusto y acabar con él. Tendrá que darse prisa, porque Augusto planea desaparecer para siempre…

Aunque está suspendido de empleo y sueldo, Sancho sigue tras la pista de Augusto, que ha huido con Erika a Trieste, donde va a continuar con su criminal plan. Mientras, Carapocha hará lo imposible para salvar a su hija Erika de las garras de Augusto.

El equipo capitaneado por Carmen intenta reunir pistas que los lleven a Augusto, que ha vuelto a matar. Michelson manda a Sancho a Trieste. Carapocha intenta localizar a Orestes para que le lleve hasta Augusto. No sabe que su hija ya no está con él.

Erika y Carapocha se han reunido, pero la hija se niega a ayudar al padre para dar caza a Augusto. Por eso Carapocha se va a Valladolid con ella para verse con Orestes. Entretanto, Sancho recibe una pista: ya sabe dónde se esconde Augusto en Trieste.

Augusto vuelve a escaparse de Sancho. Erika queda con Orestes, aunque el encuentro no termina bien para ninguno de los dos. Carapocha sigue retenido por Carmen y su equipo. Ninguno sabe que Augusto ha tomado una decisión que acelerará el desenlace.

Orestes ha tendido una trampa a Erika mientras espera a su hermano. Su plan es acabar con Carapocha con la ayuda de su hermano. Mientras, el inspector Sancho ha vuelto a Valladolid para interceptar a Augusto y salvar la vida de Erika y Carapocha.

Tras una pérdida que lo consume, Augusto convierte su ira en un plan de venganza. Ajustará cuentas antes de seguir con su obra, un legado de versos, canciones y asesinatos. Sancho ignora que sus actos traerán consecuencias personales trágicas. Erika recibe una inesperada visita que le revela que tras la muerte de su madre hay una conspiración.

El encuentro entre Augusto y Erika ha dejado las espadas en alto. Augusto se va a Madrid para empezar su macabro plan. Erika va a Valladolid para saber qué ha pasado con el cuaderno negro de su padre. Sancho pide a Erika que colabore con ellos para cazar a Augusto. Erika les dice que Augusto está en Madrid.

Tras saltarse el cerco policial, Augusto deja un reguero de cadáveres por toda la geografía nacional. Michelson disuelve el equipo de Interpol. Sancho se queda sin misión. Sin embargo, su obsesión por cazar a Augusto no ha disminuido. Sancho descubre un patrón oculto en todas las muertes y deduce que su próxima víctima será en Valladolid.

El ardid ha funcionado y Augusto ha sido detenido. En dependencias policiales, se inicia el interrogatorio. En el primer asalto, Sancho sale victorioso. Pero en el segundo, Augusto se muestra astuto. Aduce que todas las pruebas apuntan a Orestes. Finalmente, deciden liberarle y vigilarle, pero se les escapa. Entonces, Erika le dice a Sancho, que Augusto quiere quedar con ella. ¿Es una trampa?