El Eternauta (2025 – presente)

(CASTELLANO) No era fácil adaptar El Eternauta, uno de los cómics más importantes de la historia argentina, y mucho menos trasladarlo a un formato de serie sin que se pierda su esencia. Pero lo cierto es que esta versión de Netflix lo consigue con nota. No perfecta, pero sí con una ambición, un respeto por el material original y una calidad técnica que dan gusto. Visualmente es potente, los efectos especiales cumplen de sobra, y el tono apocalíptico está muy bien conseguido desde el primer episodio. Ricardo Darín está, como era de esperar, magnífico. No solo sostiene el relato con solvencia, sino que le aporta humanidad y fuerza a un personaje que vive situaciones límite sin dejar de ser creíble. A su alrededor, todo funciona: la atmósfera es opresiva cuando debe serlo, los secundarios tienen peso, y las decisiones de dirección muestran cariño por la obra original. Se nota que Stagnaro no ha querido hacer simplemente una adaptación, sino algo que dialogue con el presente sin traicionar el pasado. ¿Le sobra metraje? En algunos momentos, sí. Hay tramos donde el ritmo decae y parece perderse un poco entre el drama personal y la épica colectiva. Pero incluso en esos instantes más lentos, la serie mantiene el interés gracias a su construcción de mundo, su tensión latente y el trasfondo político y social que, como en el comic, nunca desaparece del todo. En definitiva, El Eternauta es una serie valiente, sólida y muy cuidada. Emociona a los que ya conocían la historia, y atrapa a quienes se acercan por primera vez. Por un pelo no le doy el 10, pero es un 9 con todo merecimiento. (ENGLISH) Adapting El Eternauta, one of the most important comics in Argentine history, was no easy task—let alone turning it into a series without losing its essence. But Netflix’s version largely pulls it off. Not perfectly, but with ambition, respect for the source material, and technical quality that’s a pleasure to watch. Visually, it’s strong, the special effects more than do their job, and the apocalyptic tone is effectively established from the first episode. Ricardo Darín is, as expected, outstanding. He not only carries the story with ease, but also brings humanity and strength to a character facing extreme circumstances while remaining believable. Around him, everything works: the atmosphere is oppressive when it needs to be, the supporting cast has weight, and the direction shows genuine affection for the original work. It’s clear that Stagnaro didn’t just want to adapt the comic—he wanted to create something that speaks to the present without betraying the past. Does it drag at times? Yes, occasionally. There are stretches where the pace slows down and it seems to get lost between personal drama and collective epic. But even in those slower moments, the series holds your interest thanks to its world-building, underlying tension, and the political and social backdrop that—just like in the comic—is always present. In short, El Eternauta is a brave, well-crafted series. It resonates with those familiar with the story and draws in those discovering it for the first time. It just barely misses a perfect score—but it fully earns its 9 out of 10.