Jeon Yeong-ha dirige una apacible casa turística tras la muerte de su esposa... hasta que un día, unos huéspedes inesperados aparecen en su alojamiento.

Yeong-ha empieza a sentirse inquieto por la huésped anterior. Koo Sang-jun se enfrenta a la culpa que siente por las horribles consecuencias de dejar su motel desatendido.

Cuando la mujer misteriosa vuelve de manera inesperada, Yeong-ha se encara con ella. La vida familiar de Sang-jun se está yendo a pique y él se plantea hablar públicamente.

Después de ayudar a Sang-jun con su caso, queda claro que Yoon Bo-min tiene talento para los crímenes violentos. Yeong-ha se inquieta por el errático comportamiento de la mujer.

Lo que empezó como una batalla por las pruebas para revelar la verdad ahora es una lucha territorial entre Yeong-ha y la mujer, cada vez más intensa... y sin final a la vista.

Yeong-ha investiga el motel abandonado para decidir su próximo movimiento. Allí se encuentra con Koo Gi-ho, que no consigue dejar atrás el pasado.

Tras un enfrentamiento en su exposición de arte, Yoo Seong-a se muestra cada vez más brutal y llega incluso a meter a la hija de Yeong-ha en su juego.

Bo-min tiene una corazonada sobre los crímenes de Seong-a y se pone a buscar pruebas. Pero Yeong-ha decide que será él quien la detenga antes de que sea demasiado tarde.