Leo Harlem se sube al escenario para dar una charla sobre la invasión tecnológica que sufrimos actualmente. El cómico no comulga con la gente que dice que la tecnología hace nuestra vida más fácil. Para él es una pesadilla instalar una impresora.

Leo Harlem dedica su charla desmotivadora de hoy al reto de criar hijos. Según el cómico, ser padres consiste en pensar todo el rato que lo estás haciendo mal. Y esa sensación es agotadora. Hay que aprender mucho de los hamsters.

Leo dedica su charla al exceso de celebraciones que invade el calendario anual. Al parecer, un español asiste a una media de 37 celebraciones al año. Demasiadas resacas.

Leo cree que se ha pervertido el ocio. Además de trabajar y cuidar de la familia, hay que hacer deporte, tener un hobby, ir a conciertos, hacer cursos de cocina y restaurar muebles. Subirse en una canoa con ocho desconocidos no es ocio.

Leo cree que se ha pervertido el ocio. Además de trabajar y cuidar de la familia, hay que hacer deporte, tener un hobby, ir a conciertos, hacer cursos de cocina y restaurar muebles. Subirse en una canoa con ocho desconocidos no es ocio.

Leo Harlem cree que vivimos obsesionados con nuestro cuerpo. Dietas, gimnasios y tratamientos estéticos tienen gran éxito en la actualidad. El cuerpo es un templo. El de Leo, también. Por eso cada vez que puede le ofrece un cordero como sacrificio.

Leo no está de acuerdo con esa idea tan extendida de que podemos entendernos con los adolescentes. Stephen Hawking se dedicó a estudiar astrofísica porque era más fácil que entender a sus hijos. Los adolescentes actuales son una especie nueva.

Leo Harlem recapacita sobre el tema de tener pareja. Unirte a alguien está sobrevalorado. Se puede ser feliz en pareja, sin duda, pero también se puede ser feliz estando soltero. Entonces, ¿por qué todo el mundo quiere emparejarse? Leo nos lo explica.

Leo analiza el futuro que tenemos por delante. Los expertos nos han hecho creer que lo mejor está por venir. Sexo virtual, robots haciendo el trabajo de personas, superpoblación planetaria.

Comer era de las pocas cosas que se podía hacer bien sin tener ni idea. Ahora implica consultar la Michelín, TripAdvisor, Google... La culpa la tienen los foodies

Leo Harlem piensa que el ser humano es el animal más inteligente de la Tierra hasta que mete otro animal en casa. En ese momento nos volvemos imbéciles perdidos.

Para Leo Harlem, cumplir años está mal enfocado en esta sociedad. Nadie quiere envejecer y no lo entiende. Sobre todo porque no hay alternativa: o aprovechas el abono transporte para mayores o te aprovechan a ti como abono para geranios.

Leo nos habla de salud. Hay que cuidarse, pero sin caer en el exceso. La gente que come pescado hervido con verduras, lleva reloj para medir sus constantes y se hace una revisión cada 15 días más que evitar el hospital, parece que quieren vivir en uno.

Leo cree que estamos celebrando demasiado Las Navidades. Estas fiestas se han convertido en un Iron Man. Hay tres que hay que superar: Navidad, Año Nuevo y Reyes. Su mejor marca ha sido hacerlo en 6 cenas, 2 fiestas, 4 eventos y 300 de colesterol.

Estamos viajando más de la cuenta. Y lo hacemos porque nos han metido en la cabeza que es lo mejor del mundo.

Leo quiere hablar del milagro de la mente humana. Nuestro cerebro es el resultado de siete millones de años de evolución. ¿Será cierto que somos tan listos? Las noticias dicen lo contrario.

Leo cree que hay tantos deportes que ya no damos abasto. Según la Enciclopedia Mundial de Deportes, existen 8000 disciplinas diferentes.

Leo Harlem dedica su charla a la amistad. Tener muchos amigos está sobrevalorado.

Leo cree que las modas nos tienen idiotizados. Estamos obsesionados por ir a la última, por ser lo más "cool" del vecindario.

Leo dice que necesitamos muy poco para asustarnos y por eso quiere hablar del miedo. Ese que nos tiene dominados.

Leo Harlem quiere desmitificar esa estación del año que todo el mundo espera con ansia: el verano. Está demostrado que el calor nos vuelve más lentos y torpes.

Leo Harlem cree que la casa ideal no existe, siempre hay que renunciar a algo: a la luz, al espacio, a uno de tus riñones… El humorista está harto de oír que en España hay un problema de vivienda.

Leo piensa que los adultos idealizamos nuestra infancia porque solo recordamos lo bueno. Ahora el humorista quiere echar por tierra la teoría de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Hay que disfrutar del presente porque ser adulto no está tan mal.

Los españoles somos uno de los pueblos con más baja autoestima del mundo. En cuanto nos comparamos con otros países, sentimos que salimos perdiendo. Leo quiere acabar con esto y hacernos ver que lo que hay por ahí fuera no es tan bueno como dicen.

Leo Harlem está convencido de que el amor infinito por los animales del que presume la gente no puede abarcar a la inmensa totalidad de la fauna mundial. Leo trae ejemplos y teorías con los que pone a prueba a su audiencia.

Leo Harlem cree que las personas tienen un lado oscuro que en el fondo les divierte...

Leo cree que la gran epidemia del siglo XXI es la obsesión que tenemos por el éxito, la fama y el dinero. Pero, ¿qué significa el éxito? El cómico quiere dar la vuelta a este concepto y poner las cosas en su sitio.

Existe la idea de que en el campo se vive mejor. ¿A qué viene tanto furor por el campo? El cómico quiere frenar este éxodo urbano.

Leo Harlem cree que hay mucho postureo rodeando al mundo de la cultura. Según el humorista, hay que ver lo que nos gusta tirarnos el pisto, que los demás nos vean como alguien refinado, instruido e ilustrado. Leo trae las pruebas.