Aunque no era el favorito, Paul Francoeur ganó por un estrecho margen las primarias para designar al candidato de derecha a las próximas elecciones presidenciales. La votación electrónica, organizada por la empresa Droid, se vio interrumpida brevemente por un fallo informático que fue rápidamente solucionado.

Un golpe de fuego éclate dans un comisariado. La agente de policía Jennifer Bouchara vient de se tirer une balle dans la tête. Marylin, encargada de la comunicación de la campaña, alerta a Francoeur: il faut réagir sans tarder pour ne pas se faire doubler par les autres candidats. Mais Francoeur se niega a reaccionar al calor, sin elementos de contexto.

Para sabotear las revelaciones de Canard, Marylin organiza una entrevista entre Francoeur y un periodista de Figaro para que el duquel le candidato afirme ser víctima de falsos rumores. Mais peu après, Francoeur revèle à César qu'il est bien en posesión de un estudio de Goya, que appartient en realité à sa fille, reçue en héritage de sa mère decédée.

Cuando el fraude es revelado por la prensa, César debe hacer frente a una nueva explosión: se lleva a cabo una búsqueda de alto perfil en la sede de campaña de Francoeur. Por su parte, Trémeau, la rival derrotada de Francoeur en las primarias, está comenzando a reunir apoyos que le permitirían presentarse en el lugar de Francoeur si la candidatura de este último fuera desautorizada.

Acorralado, el Mayor le confiesa a César que fue una reunión, código secreto “Cassius”, antes de las primarias. No fue Francoeur sino él, el Mayor, quien estuvo en contacto con el instigador del fraude: Pinguet, el director de Droïde. Pinguet sugirió manipular la votación a favor de Francoeur, para que el alcalde se negara.

Tras la primera vuelta, sólo quedan dos candidatos en liza: Guillaume Vital, que resulta vencedor, y Paul Francoeur. Francoeur debe conseguir todo el apoyo político posible, incluso si eso significa hacer concesiones, y contener a Trémeau, que se comporta como si hubiera ganado.