En pleno verano, un balde de agua fría cae sobre Dinamarca: el nivel del mar sube de manera drástica y el gobierno decide evacuar a la población. Por esta razón, las propiedades pierden su valor, mientras que familias y amigos toman rumbos distintos.

Mientras el caos reina, Jacob parece ser el único capaz de salvar a todos los miembros de su familia. Esta situación incomoda a Fanny, quien se niega a ser una carga para alguien. Por su parte, Nikolaj y Henrik deciden formar una familia.

Dinamarca alcanza un punto crítico y, oficialmente, se desmantela. En tanto, Fanny decide no viajar a París con el resto de la familia y su decisión destroza a Laura. Además, unos obreros furiosos irrumpen en la finca donde están Nikolaj y Henrik.

Nikolaj y Henrik están abrumados al comprender las consecuencias de sus acciones.

La mayoría de la gente ya se ha ido de Dinamarca. Jacob, preocupado, pone en peligro el bienestar de toda su familia al pedirle a la policía francesa que encuentre a Laura.

Elias es golpeado hasta casi matarlo y abandonado a su suerte en una playa de Polonia. Laura se reencuentra con Fanny, pero teme no volver a ver a Elias.

Laura trabaja duro para construirse una vida en Bucarest, aunque extraña a su familia y amigos durante la Navidad, especialmente a Elías.