Sara y Jonas coinciden casualmente en el metro. En su niñez fueron amantes, por lo que los a priori perdidos sentimientos del campamento de verano no tardan en reflotar. Sin embargo, bajo la superficie, Jonas está escondiendo una visión bastante más oscura de la realidad.

Más allá de sus ideas distópicas, Jonas se muere de ganas de ver a Sara de nuevo, por lo que intenta volver a quedar con ella. Salen juntos y pasan buenos momentos, pero cuando se acerca el momento del sexo, empieza a sentir una potente ansiedad.

Jonas tiene un encontronazo con Nordic Gathering, un grupo radical de izquierdas. Se va de viaje a una cabaña con Sara, con quien están cada vez más unidos. Tanto, que terminan tomando MDMA y a Jonas se le escapan algunas opiniones incómodas. Dennis, un colega con quien Jonas se envía correspondencia, planea hacerle una visita a Oslo.

Al no tener con quien compartir sus ideas políticas, Jonas se siente solo. Con cautela, intenta hablar con Sara de su visión del mundo, sin éxito. Sara empieza a entrever la manera de pensar de Jonas y decide confrontarlo.

Jonas deja su trabajo y se encuentra con Dennis y otros amigos de Internet en el museo vikingo. Juntos, se van al bosque a tomar fotos propagandísticas, pero el viaje no cumple ni mucho menos sus expectativas.

Jonas echa de menos a Sara y empieza a dudar de su ideología. Ambos acuerdan tomar un café para hablar las cosas, pero una de las fotos que Jonas se tomó con sus amigos internautas supone un nuevo conflicto en la relación.

Sara está intentando procesar el incidente y Jonas lucha contra la presión que recibe de sus allegados.