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Seinfeld (1989 – 1998)

8.3 | jul. 05, 1989 (US) | Comedia

El cómico Jerry Seinfeld y sus excéntricos amigos (Constanza, Kramer y Elaine) viven en Nueva York y les pasan innumerables peripecias en esta genial comedia de situación donde la menor excusa sirve para regalarnos un delirante episodio. Batió todos los récords de audiencia que se pusieron por delante, y aún hoy en día sus reposiciones siguen contando con innumerables seguidores, no en vano "Seinfeld" es una verdadera leyenda de la televisión americana. "Media hora acerca de nada", así definió Jerry Seinfeld su teleserie cuando la presentó a los ejecutivos de la NBC, a comienzos de 1990. Contra todo pronóstico, ellos aceptaron. No en vano Seinfeld era ya por entonces uno de los cómicos más populares de Estados Unidos. ¿Su secreto? Sacar punta a las rutinas de cada día hasta convertirlas en reflexiones filosóficas dignas de figurar en un tratado sobre las grandezas y las miserias humanas.

Número de temporadas
9
Número de episodios
180
Creador
Creador

Reparto

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Jerry Seinfeld
Jerry Seinfeld
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Jason Alexander
George Costanza
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Michael Richards
Cosmo Kramer
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Julia Louis-Dreyfus
Elaine Benes

Reseñas

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Marco-Hugo Landeta Vacas
10 | Apr 09, 2025
(CASTELLANO) Seinfeld no fue solo una serie, fue una revolución. La mejor comedia de todos los tiempos, sin discusión. Pocas cosas en televisión han logrado lo que consiguió esta joya: convertir lo cotidiano, lo trivial, lo absurdo, en comedia perfecta. Cada episodio es una pequeña obra maestra de observación, ironía y genialidad. Y sí, cuando terminó, lloré. Porque sabía que no volvería a haber nada igual. No tiene capítulos flojos. Algunos están más arriba en el podio, claro —el del parking, el de la serie sobre nada, el viaje a los Hamptons, Festivus, el del restaurante chino...— pero todos son buenísimos. Siempre encuentras algo que te hace reír, una frase, una reacción, una mirada, un giro ridículo pero brillantemente escrito. La construcción de las tramas, cómo se cruzan y se cierran con una precisión casi matemática, es una lección de guion para quien quiera aprender a escribir comedia. Y los personajes… qué decir. Jerry, George, Elaine y Kramer son ya parte de la historia de la televisión, y no solo por lo que dicen, sino por cómo lo dicen, por lo que callan, por lo que representan. Todos tienen sus momentos brillantes, y ninguno podría haber sido interpretado por otra persona. Cada uno de ellos es indispensable para que la serie funcione como ese engranaje perfecto que nunca chirría. Es cierto que fue una serie sobre nada, pero también lo es que acabó hablando de todo. De relaciones, de neurosis, de egoísmo, de inseguridad, de comida, de sexo, de normas sociales ridículas... y lo hizo con un descaro, una elegancia y una inteligencia inigualables. Han pasado los años y Seinfeld no ha envejecido. Sigue siendo tan divertida, tan irreverente y tan inteligente como el primer día. Y eso, en televisión, es algo al alcance de muy pocos. (ENGLISH) Seinfeld wasn’t just a TV show — it was a revolution. The greatest comedy of all time, no debate. Few things on television have achieved what this gem did: turning the everyday, the trivial, the absurd into perfect comedy. Every episode is a small masterpiece of observation, irony, and brilliance. And yes, when it ended, I cried. Because I knew nothing like it would ever come again. There are no weak episodes. Some are obviously at the top — the parking garage, the show about nothing, the Hamptons, Festivus, the Chinese restaurant — but every single one is great. There’s always something that makes you laugh: a line, a reaction, a look, a ridiculous twist that’s so cleverly written. The way the storylines are constructed, how they intersect and wrap up with near-mathematical precision, it’s a masterclass in sitcom writing. And the characters… what can I say? Jerry, George, Elaine, and Kramer are TV legends — not just because of what they say, but how they say it, what they don’t say, and what they represent. Each of them has their brilliant moments, and none could’ve been played by anyone else. They’re all essential to the show’s perfect balance. It’s true that it was a show about nothing, but somehow, it ended up talking about everything. Relationships, neuroses, selfishness, insecurity, food, sex, ridiculous social rules… and it did so with a boldness, elegance, and intelligence that’s unmatched. Years have passed and Seinfeld hasn’t aged a bit. It’s still just as funny, irreverent, and sharp as it was on day one. And that — in the world of TV — is something only a handful ever achieve.