Obligada a trabajar en el bufete de su padre después de haber sido casi inhabilitada, Abigail proyecta sus problemas familiares en una clienta, convenciéndola de que demande a un donante de esperma por la manutención retroactiva de sus hijos.

Abigail y Daniel representan a una pareja con síndrome de Down que debe demostrar a las autoridades que es apta para criar a su hijo nonato.

Abigail y Daniel defienden a una madre que puede perder la custodia de sus hijos por su adicción al juego. Abby sigue negando su propia adicción, y paga el precio de esa negación.

Abigail y Daniel representan a un adolescente orgulloso de serlo que busca emanciparse de sus padres intolerantes. Pero representar a su cliente se convierte en un reto cuando éste desaparece.

Abigail y Daniel representan a un cliente que quiere reclamar el poder notarial de su hija sobre su mujer, la cual tiene Alzheimer.

Los abogados están desconcertados cuando una joven pareja les ruega que anulen una adopción.

Nuestros abogados representan al amante despechado de una relación poliamorosa. Las cosas se complican cuando descubren que una de las exparejas es un conocido crítico de derechas con una base de fans muy devota.

Abigail representa a una antigua clienta y amiga que resulta ser antivacunas y que quiere llevar a su hijo a una Alemania infestada de sarampión.

Abigail y Daniel representan a dos hermanas que se niegan a pagar la manutención de su madre anciana.

Cuando la recepcionista de Svensson y Asociados, Nina, descubre que no es la hija biológica de su padre, Abigail construye un caso contra la clínica de fertilidad donde Nina fue concebida.

Aún conmocionada por el descubrimiento de las continuas infidelidades de Frank, Abby se propone conseguir justicia para una viuda endeudada cuyo marido podría haber fingido su propia muerte.

Abby y Daniel representan a una adolescente transgénero cuyo abuelo le impide acceder a la terapia hormonal sustitutiva.

Abby y Daniel representan a una mujer cuyo divorcio se complica cuando su exmarido la acusa de pertenecer a una secta.

Los abogados representan a una novia por correo cuyo esposo quiere anular el matrimonio y hacer que la deporten.

La firma representa a Phaedra, una viuda reciente, en una disputa de bienes.

Separada de sus hijos, Abby se dedica a ayudar a Jessie, una mujer que afirma que su exmarido la está acosando criminalmente.

Abby y Daniel representan a Drew, un hombre de cuarenta años cuyos padres quieren desalojarlo de su sótano.

Abby no puede evitar intervenir tras descubrir que la hija de Jerri no deja que esta conozca a su nieto. Pero la intromisión de Abby reabre viejas heridas del pasado de Jerri.

La firma representa a Charisma Singhal, una joven superestrella cuyo comportamiento imprudente ha llevado a su hermano mayor a solicitar su tutela, similar al "caso de Britney Spears".

Cuando su libertad condicional llega a su fin, Abby se debate entre su nueva vida en Svensson and Svensson o una lucrativa oferta de su antigua empresa.