La reina Catalina convoca a una sirvienta, Rahima, y comienza a relatar la historia de su joven vida como huérfana antes de ser rescatada por su tío, el papa Clemente, que ha negociado su matrimonio con el príncipe Enrique, segundo en la línea de sucesión al trono francés.

La joven Catalina se enfrenta a problemas para asegurar su estatus y producir un heredero al trono, ya que Enrique sigue interesado solo en su amante, Diana. Catalina empieza a tener visiones del futuro y se da cuenta de la urgencia con la que debe quedarse embarazada para seguir en la casa real.

El joven príncipe Enrique regresa de la guerra con una nueva amante, Filippa, y un bebé. Diane convence a la joven para que se marche, mientras que Catalina informa a un adivino, Ruggieri, de que debe quedarse embarazada a cualquier precio. Ruggieri le ofrece orientación, pero le advierte que tendrá que pagar un precio.

Catalina sigue contando su historia a Rahima, que le pregunta si su nuera, María, tiene derecho al trono como ha oído. Catalina descarta la idea y continúa con su historia. Catalina acaba siendo madre, pero durante un parto difícil, sus gemelos, los herederos número nueve y diez, no sobreviven.

El rey Enrique parte al frente de un ejército para defender a Francia y pone a Catalina como regente en su ausencia, mientras que Diana insiste en acompañarle al frente. Cuando Enrique comunica a Catalina que los suministros se están agotando y que se necesitan más fondos, el Consejo Privado no la ayuda.

Catalina tiene un sueño en el que su marido es herido de muerte en un torneo de justas. El hijo mayor de Catalina y Enrique, Francisco, prometido a María desde que eran niños, quiere empezar a planear su boda, pero Catalina ha empezado a desconfiar de María y Enrique está de acuerdo en que retrasen las nupcias.

María visita a Rahima y le cuenta la historia de la muerte del rey Enrique, que ocurrió tal y como Catalina la había imaginado. María cree que la magia negra de Ruggieri ha sido la responsable. Con la muerte de Enrique, Catalina finalmente libra a la corte de Diana, y María proscribe el protestantismo y exilia a los Borbones de la corte.

Rahima cuenta el último capítulo de la historia de Catalina y, al conocer las lecciones que esta le ha enseñado, exige propiedades y un título a cambio de un último engaño que libere a la corte de María.

Catalina pretende unificar Francia bajo Carlos IX, impulsando su programa laico. Los Borbones presentan un ambicioso acuerdo comercial y mientras aumentan las tensiones en el Consejo Privado, los Guisa planean reavivar el conflicto religioso.

Con la paz a punto de romperse, Catalina intenta calmar las tensiones permitiendo a los Borbones continuar con el acuerdo comercial con Inglaterra. Catalina detiene la investigación sobre el incendio provocado por el duque de Guisa.

La noticia del milagro de Edith se extiende por toda Europa; los Borbones aprovechan una oportunidad para que Inglaterra explote Francia; Catalina debe regresar urgentemente a Francia cuando el mal genio de Anjou causa estragos.

Charles está dispuesto a crear sus propias reglas, rechazando la influencia de su madre. Con una rebelión en auge, se establece un misterioso plan e incluso en situaciones desesperadas, pueden ocurrir milagros.

Catalina renuncia a su puesto en el Consejo Privado, pero no sin antes asegurar un lugar para Anjou. Se avecina una guerra religiosa cuando la reina Isabel desembarca en los Países Bajos. La salvación de Francia puede ser un matrimonio.

La llegada de la reina Isabel desencadena una cadena de manipulaciones e intrigas en el seno de la corte de Valois; un dramático combate de esgrima por el afecto de la reina acaba en una sorprendente revelación que deja a la corte sumida en el caos.

Las tensiones aumentan entre los poderosos seguidores de Edith y Catalina, que navega entre traiciones y maquinaciones políticas, trazando estrategias para asegurar su posición en medio del engaño.

Desesperada por evitar la guerra, Catherine recurre a medidas extremas, causando caos y derramamiento de sangre. Sus acciones podrían salvar vidas o desatar fuerzas incontrolables.