Después de un accidente, dos adolescentes despiertan en una habitación desconocida con otros extraños. Frente a ellos se encuentra una misteriosa esfera negra: el Gantz.

Nishi termina el trabajo y explica las reglas del juego: cualquiera que siga vivo regresará a la habitación y será revivido. Pero Kato está gravemente herido.

Terminada la primera ronda, Kei Kurono, Kato y Kei Kishimoto intentan volver a sus vidas normales, pero descubren que las cosas han cambiado.

Kei Kishimoto pide pasar la noche en casa de Kei Kurono, ya que no tiene a dónde ir. Kato se preocupa por la seguridad de su hermano.

El trato cruel en casa y las desagradables amenazas de los matones de la escuela llevan la paciencia de Kato al límite. Kishimoto le pide un favor a Kei.

Kishimoto decide que estar «muerta» significa que puede vivir como quiera. Después de una escena violenta, un nuevo grupo de jugadores se reúne en la sala de Gantz.

Kei entra en pánico por la posibilidad de ir a una misión sin su traje. Mientras, las tensiones en el grupo aumentan cuando se preparan para cazar a otro alienígena.

Kato nada hacia donde está Nishi, pero es demasiado tarde. Suzuki grita en la oreja de Nishi, haciendo que sus oídos se quemen y sus ojos exploten. Nishi pide a gritos que alguien mate al alienígena. Kato pierde su arma, pero luego agarra al alienígena debajo del agua antes que éste se salga de su armadura, revelando ser un pájaro gigante. Kei dispara su arma, enviando a la criatura al espacio exterior. Mientras eso ocurre, la cabeza de Kinji explota cuando intenta salirse del perímetro establecido. Haruya, el niño y la abuela corren de vuelta al canal.

El grupo se divide. Kato, Kishimoto y Hojo van tras los otros alienígenas Suzuki, mientras que Kei y Tetsu, amenazados por Haruya quien está armado, buscarán a los demás. Kato descubre que no hay uno sino cinco Suzuki Seijin. Logra embestir a uno, pero los cuatro restantes lo rodean. Kishimoto le dispara a uno y éste explota, lo que hace que los otros desvíen su atención de Kato. Él y Hojo agarran un alienígena cada uno mediante la técnica del “Abrazo del Oso”, lo que provoca que los pájaros salgan de sus armaduras.

Hojo y Kishimoto matan a los dos Suzuki restantes. Kei trata de enfrentar al jefe pero uno de los pájaros pequeños salta a su hombro y empieza a morder su cuello, obligándolo a quitárselo de encima y ponerlo en el suelo. Debido a esto, los rostros de los seis Suzuki pasan de alegría a un profundo enfado. El jefe se pone de pie y Kei amenaza con dispararle, pero al hacerlo, descubre que no provocó más efecto que enfurecer al jefe. Los Suzuki gritan con lo que Kei empieza a dispararles, pero falla todos sus disparos y el grito de los Suzuki provoca que el piso cediera, destruyendo el edificio.