Dos operarios llamados Doru e Ionel bromean sobre atracar un banco para mejorar su reputación en la pequeña comunidad en la que siempre han sido despreciados.

Los técnicos se encuentran acorralados y acosados para que acepten el crimen. Mientras el jefe de policía usa el largo brazo de la ley para llegar a ellos, el mafioso Adi está subiendo el calor a la antigua manera, amenazando la seguridad de sus familias.

Las secuelas del robo ve a nuestros héroes tratando de escapar de sus "socios en el crimen" - y fracasando. Pero tampoco todos los arco iris y unicornios en el campamento de los malos, ya que el equipo se desmorona cuando Adi decide cambiar a Evelina.

El investigador sitúa a Adi en el peor momento posible, pero Evelina y el Capitán logran ser más listos que él. Mientras tanto, nuestros técnicos de semáforos están descubriendo que el dinero no es lo peor que puede haber después de todo - cuando Ionel está arrinconado en una boda lujosa y Doru tiene la oportunidad de venir al rescate de María con dinero para una patente, se sumergirán en su escondite.

El dinero comienza a aparecer en los lugares más raros y la cuestión de mantenerlo en lugar de entregarlo resulta divisiva en la casa de Doru, con Elena y María en desacuerdo sobre la moral. Mientras tanto, otros dos pilares de inmoralidad en la ciudad levantan la cabeza - uno desplumando al Capitán y otro, denunciando a Ionel.