Naked Came the Stranger (1975)

Titulada en España como “Lujuria desenfrenada”, Gilly y Billy presentan un programa radiofónico matinal de éxito desde su propia casa, y ella descubre que su marido la está engañando con su secretaria Phyllis (una Mary Stuart deliciosamente histriónica), y decide espiarlos para su propia excitación. A partir de aquí, la comedia está servida y es impagable, y Gilly se propone resolver la humillación con la misma moneda, aprendiendo el arte del adulterio a través de sus amigas y conocidos. Es el segundo proyecto hardcore del respetado autor erótico Radley Metzger, también conocido como “Henry Paris”, tras su éxito, resueltamente explícito, “The Private Afternoons of Pamela Mann”. Al igual que en todas sus películas de fornicación a todo color, Metzger escribió el guión bajo su seudónimo, superándose a sí mismo con una plétora de frases ingeniosas que reflejan la brillantez sofisticada de un clásico de la comedia de Ernst Lubitsch o Billy Wilder, de las que esta es la aproximación más cercana que el género para adultos podría esperar alcanzar.