
Nochvemo
3
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dic. 20, 2022
**Sopor**
No sé porqué esta directora creyó que una historia basada en el origen del consolador debía presentarse como una comedieta estúpida, blanca y completamente aséptica.
Quizás, los artífices de este bodrio estaban convencidos de que explicar la razón de los actuales juguetes sexuales solo se podía hacer desde una óptica pueril, cursi y conservadora, pretendiendo robarnos una sonrisa tras otra para contrarrestar la _"asquerosa obscenidad"_ que supone un asunto de esta índole.
Y el resultado no es más que un pegote que no hay por dónde pillarlo. Lejos de despejar cualquier duda, o de ofrecer un poco de luz científica (un poco, digo) sobre el revolucionario artilugio aliviador de tensiones cotidianas, la cinta no es más que una especie de _compilation_ de viejas corriéndose bajo una capa de raso al son del tedio.
Y cuando por fin aparece en escena el primer generador eléctrico de paroxismos, resulta que la película ha acabado. Y por ello doy gracias.