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Esclavas del sadismo (1973)

5 | dic. 20, 1973 (DK) | Crimen, Terror | 01:35
Presupuesto: n/d | Ingresos: n/d

Olaf y su madre, Lila Lash regentan una pensión, aunque no son muy agradables. Es la oscura tapadera de su verdadero negocio de trata de blancas, en las que Olaf fuerza a sus huéspedes femeninos a hacerse adictas a la heroína para mantenerlas pacíficas

Equipo destacado

Director
Original Music Composer
Production Manager
Makeup Artist
Set Designer
Decorator
Lighting Technician
Screenplay
Story
Producer

Reparto

profile
Torben Bille
Olaf, the dwarf (as Torben)
profile
Anne Sparrow
Mary, the wife
profile
Tony Eades
Peter, the husband
profile
Clara Keller
Lila Lash
profile
Werner Hedman
Santa Claus (as Werner Hedmann)
profile
Gerda Madsen
Winnie, Lila's friend
profile
Dale Robinson
Dwarf's customer
profile
Jeanette Marsden
Sex slave (as Jeannette Marsden)
profile
Lisbeth Olsen
Sex slave
profile
Jette Koplev
Sex slave (as Jane Cutter)

Fotos

Reseñas

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Nochvemo
5 | feb. 18, 2025
La trama de “Dværgen” (“El Enano” en danés, “The Sinful Dwarf” en la versión norteamericana) se centra en una pensión dirigida por un desagradable personaje de reducida estatura y su madre, que resulta ser igual de malvada porque la pensión es, en realidad, una tapadera para un pequeño negocio de red de trata de blancas. En el ático esconden todo tipo de mujeres atractivas (posibles huéspedes raptadas) atadas y obligadas a drogarse para no resistirse a la explotación. La historia se centra en una pareja joven que se muda a la pensión y acaba descubriendo los horrores que esconden los propietarios, lo cual les pone en el punto de mira del retaco maligno. Esta película parece erigirse como la representante de un género aparentemente inventado dedicado a la “explotación de enanos” y, desde luego, es una de las más conocidas. Su realizador, un desconocido e intrascendente Eduardo Fuller, con un par de cintas previas a sus espaldas, tenía la intención de montar “Dværgen” como una película de terror con toques eróticos, sin ir más allá de algún desnudo. Posteriormente, y comprendiendo el éxito y la aceptación que el cine para adultos estaba teniendo en Europa y EE.UU. en ese momento, decidió filmar escenas explícitas para que, más o menos, encajaran en la trama ya montada. Y la chapuza se percibe de inmediato debido a un cambio de texturas y colores que, francamente, aportan más pena que gloria, pero se consiguió la clasificación X de casi 96 minutos.