Little Girls Blue (1977)

Sensacional puesta en escena, y una mirada descaradamente feminista, para las aventuras sexuales de las alumnas más atrevidas de la escuela femenina Townsend, dos de cuyas integrantes planean escaparse por la noche con sus novietes, rechazando a su amiga más joven, Buffy, porque todavía es “demasiado virgen”. Indignada, Buffy, con una apariencia física apenas legal, decide demostrar su valía seduciendo al profesor de Historia a cambio de una buena nota. Mientras tanto, el entrenador Fowler fantasea con su alumna Miriam, y los dos marranean en un entorno de ensoñación. Al día siguiente, la pareja de fierecillas planean seducirlo también, disfrazándose de Miriam, en una habitación oscura, lo que lleva a una situación de sorpresa y confusión. Las películas para adultos sobre colegialas solía ser un riesgo poco calculado en la época del porno chic. Teníamos que interpretarlas como un simple juego de roles de mujeres adultas practicando cosplay. “Little Girls Blue” se acercaba al final de una década que fue gloriosa para el cine carnal, y el homenaje rendido al fetiche de las colegialas cierra aquí un paradigma que no se repitió con la segunda parte, 5 años después. Los recursos cinematográficos de Maria Lease (reconocida actriz de cine porno, que aquí dirige bajo el nombre de Joanna Williams) quedan patentes, no sólo en los montajes creativos que superponen distintos planos para explicar un pensamiento o un sueño, sino en la capacidad de mezclar pequeños gags sutiles e irreverentes mientras las pinceladas surrealistas se funden con la trama. La música de Bill Matchton, con el susurro de un arpa y el sonido del Rhodes, encaja a la perfección en las distintas secuencias sexuales.