Les Culottes de Charlotte (1982)

Al viejo Emile Dussac le encanta oler las bragas de cuantas mujeres se cruzan en su camino, y mirar cómo se desnudan a través de espejos trucados (incluyendo a su propia hija Charlotte, una voluptuosa Claire Lenoir). Se sirve de su influencia y su poder hacia los demás, como antiguo diputado que inspira miedo y respeto, para tender una trampa al marido de una joven y bella mujer llamada Isabelle St Preux (una Cathy Ménard cautivadora) por la que se siente muy atraído. Por supuesto, será Charlotte, la hija del viejo pervertido, la que pagará las consecuencias de sus acciones. Varios elementos marcan aquí el estilo del porno de la casa Marc Dorcel, siendo ésta la primera película estrenada apenas 3 años después de la fundación de la marca, pero sobre todo predomina el estilo y las peculiaridades de Jean-Luc Brunet (AKA J. Helbie), que sabe atrapar al espectador transmitiendo un estado de ánimo general agradable para, de repente, incluir un acto violento que satisfaga los intereses lascivos de la audiencia.