
Miguel Ángel Quinteros
8
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jul. 29, 2021
Una película que en su premisa parece simple. Presenta al personaje de Ricardo (Carlos Gardel) escapando del vicio que le representa las apuestas en carreras de caballos, buscando iniciar un negocio en España, un Tango Bar, y en el viaje conociendo y enamorándose de la artista Laura Montalván (Rosita Moreno), quien fuera además una estafadora. Esta aparente simpleza puede llegar a parecernos una excusa para presentar distintos momentos musicales a cargo de Gardel, pero que en lo profundo nos muestra la historia de un personaje que, a través de su recorrido, logra alejarse de aquello que lo condiciona (las apuestas), se enamora y aun no siendo correspondido sigue siendo fiel a ese sentimiento, arriesgando, hacia el final, todo lo logrado con sacrificio, por la persona que ama. Los momentos cómicos de Tito (Juan Carlos Puccini), y su complicidad con Ricardo, se entremezclan con las situaciones más dramáticas que suceden entre Ricardo y Laura. La fotografía es muy buena, y presenta momentos icónicos, como Gardel cantando Por una cabeza en el barco que lo lleva a España. La música y la puesta en escena de los momentos musicales, con Gardel a la cabeza, justifican ver la película para descubrir, además, que es mucho más que eso.