Predator: Asesino de asesinos (2025)

Una película muy divertida por sus escenas de acción, creatividad, planteamiento y animación. Expande el lore de este universo. "Predator: Killer of Killers" es una propuesta recargada de mucha energía, momentos cruciales, detalles relevantes y argumentos que aumentan la profundidad de la franquicia, regalando así, un producto atractivo que impacta a cualquier espectador. Es una sorpresa única por todo lo establecido y su crudeza, que desde mi perspectiva es un gran acierto. La película no tiene el miedo de arriesgarse a ser cruda y mostrar enormes cantidades de muertes y mucha sangre, estando fielmente creíble con respecto a batallas de su estilo, sin dejar de mencionar su creatividad en cada una de ellas. Dan Trachtenberg vuelve a sorprender y demuestra su cariño por una saga que estaba en picada, rejuveneciendo su status y elevando las expectativas para posteriores producciones. El director realizó un trabajo formidable, brillante y muy entretenido. Un acierto total. La animación de la película es muy decente debido a la temática cruda que representa, estando bien ejecutada en todo momento por lo que se transmite en pantalla, haciendo recordar a series como "Love, Death & Robots" o "Secret Level". Fácilmente esto serían episodios dentro de ellas, pero acá explotan el contexto de los predators y entregan una buena cinta de animación. Las secuencias de acción, la tonalidad de colores, el diseño de personajes, los movimientos, los contrastes, el nivel de detalle, y la diversidad adquirida por cada capítulo es muy admirable. La opción de "Predator: Killer of Killers" en desglosar su premisa en varios capítulos es formidable. Establece argumentos narrativos que se unen para complementar la narrativa y expandir la emoción del consumidor. Sin duda alguna es una toma de decisiones acertada desde cualquier punto que lo veas. Cada historia tiene su enfoque personal, característica y esencia, aportando mensajes reflexivos incluso debajo de toda esa acción brutal. Ahora bien, la película no escapa de momentos convencionales otorgados por el guion, los cuales te pueden desubicar de la experiencia, pero eso pasará siempre que le des mucha importancia, tampoco creo que arruinen el resultado final. De hecho, a pesar de ser decisiones mediocres, el entretenimiento es salvaje. Además, las motivaciones y objetivos de los implicados en la historia son evidentes. Las expectativas por saber qué ocurrirá por esas últimas escenas es enorme. La cinta rescata a toda ésta franquicia y eleva en gran manera las ganas por los fanáticos de la misma. Sin duda alguna, vale la pena darle una oportunidad. El plano secuencia de nuestra amiga vikinga y la batalla de los hermanos son una barbaridad.

(CASTELLANO) Si algo ha demostrado esta franquicia es su capacidad de reinventarse sin perder del todo su esencia. Aquí, en lugar de optar por otro reboot o una precuela tradicional, nos sorprenden con una antología animada salvaje, sin freno, que se lanza de cabeza a lo que siempre ha sido el corazón de Predator: la caza. Tres episodios ambientados en diferentes épocas, cada uno con su estilo propio y su tono, pero con un mismo pulso violento, directo y sin concesiones. A ratos recuerda a esas cintas de videoclub que solo querían entretenerte con sangre y tensión, y en ese terreno, cumple con creces. La animación permite cosas que en imagen real costarían millones o simplemente serían imposibles, y aquí se nota que los creadores se han sentido más libres que nunca. Hay momentos espectaculares, diseños de criaturas potentes, acción bien medida y una narrativa visual que se atreve a ir más allá de lo habitual. Lo cierto es que, aunque no todas las historias estén igual de afinadas, el conjunto mantiene el interés y consigue mantenerte pegado a la pantalla. Dan Trachtenberg, que ya sorprendió con Prey, sabe lo que se hace. Y aunque aquí no firma una obra tan redonda, sí aporta el tipo de energía y respeto por la saga que se agradece. Además, esta estructura episódica permite desarrollar mejor a los personajes humanos, algo poco habitual en la franquicia. Puede que no invente nada nuevo, pero sí logra darle una vuelta de tuerca al universo Predator con ideas frescas y un ritmo que no deja espacio para el aburrimiento. Para quienes llevaban tiempo pensando que la saga estaba agotada, esta entrega demuestra que aún queda caza para rato. No es perfecta, pero entretiene, sorprende y ofrece lo que muchos esperaban: acción brutal, estética potente y un enfoque distinto que deja ganas de más. (ENGLISH) If this franchise has shown anything, it’s that it can reinvent itself without losing its essence. Instead of going for another reboot or a typical prequel, this time we get a wild, relentless animated anthology that dives straight into the core of Predator: the hunt. Three episodes set in different eras, each with its own style and tone, but all sharing the same brutal, no-holds-barred energy. At times, it brings back the vibe of old-school video store thrillers — violent, tense, and just out to entertain. And in that sense, it delivers. The animation unlocks possibilities that live-action never could, and it’s clear the creators embraced that freedom. There are spectacular sequences, strong creature design, tight action, and visual storytelling that dares to push boundaries. While not all the stories hit the same high notes, the overall package keeps you watching and invested. Dan Trachtenberg, who already impressed with Prey, knows what he’s doing. This might not be as polished, but it carries that same energy and respect for the franchise. The episodic format also gives the human characters more space to breathe — a rarity in Predator stories. It doesn’t reinvent the wheel, but it shakes up the formula with style and confidence. For those who thought the saga was running on fumes, this shows there’s still plenty left in the tank. It’s not perfect, but it’s entertaining, intense, and brings just enough novelty to make you want more.